Coparticipación: cómo impacta la caída del presupuesto en las transferencias a las provincias, según los economistas

CÓRDOBA.- Las declaraciones del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, con respecto a los recursos que perderán las provincias por el rechazo del proyecto de presupuesto 2022 generaron reacciones en la oposición por interpretarlas como un “apriete” y debates entre los economistas, ya que varios entienden que el legislador no calcula que la menor presión tributaria extra (en el caso de las empresas) puede generar inversión y empleo y que tampoco evalúa el impacto del IVA y la inflación en la recaudación (que aumenta proporcionalmente al incremento de precios).

Los economistas Nadín Argañaraz y Ariel Barraud del Iaraf estimaron que si Diputados mañana sanciona el proyecto de Bienes Personales que eleva el piso del mínimo no imponible de Ganancias a $6 millones, el costo fiscal anual sería $31.500 millones (distribuido esta vez entre 2022 y 2023). La Nación dejaría de percibir $12.979 millones ($10.057 millones en 2022 y $2.921 millones en 2023), y las Provincias perderán $18.585 millones ($14.405 millones y $4.181 millones, respectivamente). Es decir, asumirían 58,9% del costo. Buenos Aires perdería unos $4500 millones y Córdoba o Santa Fe resignarían unos $1.700 millones, siempre entre los dos años.

Para Alejandro Pegoraro, de la consultora Politikon Chaco, lo más “preocupante” para las provincias tiene que ver con el recorte de transferencias automáticas que equivalen a 3,6% del total. “Si bien, porcentualmente, no pareciera ser una caída muy importante, lo es en función de las estructuras del gasto provincial”, añade, y grafica que, por ejemplo, para Chaco equivale a poco más de una masa salarial mensual.

De todos modos, enfatiza que “no corre riesgo el crecimiento real” de las transferencias automáticas para 2022, que antes se proyectaba en 82% y ahora cae al 75% tomando como base una inflación estimada cercana al 50% y no al 33% que incluía el presupuesto. “El alza real sería importante -resume Pegoraro-. Naturalmente, esto obliga a las provincias a reajustar cálculos de sus presupuestos, pero también le sumará presión a los pedidos de giros discrecionales: los gobernadores apelarán a pedidos de ATN y otras asistencias financieras para cubrir el bache”.

La Rosada tendría margen para esas transferencias, ya que la recaudación se situará por encima, nominalmente, por efectos inflacionarios, y todo excedente de la recaudación puede redireccionarse a cubrir transferencias no automáticas a provincias, admite el economista.

Desde la Fundación Libertad, Adriano Mandolessi califica de “relativos” a los números presentados por Massa y subraya que la propia confección del presupuesto 2022 mantenía supuestos macroeconómicos “controversiales”, como la inflación y el crecimiento. Repasa que las transferencias por coparticipación en noviembre mostraron el peor resultado del año, ya que, pese a contar con dos días hábiles adicionales respecto del mismo mes de 2019, volvieron a crecer por debajo de la inflación, “constituyendo un importante revés para las arcas provinciales”.

La tasa de expansión nominal de noviembre fue de 47,4% (33,4% ajustado por días hábiles), equivalente a una caída del 2,9% en pesos constantes respecto de 2020. De todas maneras, en el año se mantiene un número real positivo, ya que los giros acumulan $3,2 billones (+$1,16 billones año contra año), registrando un incremento del 6,9% en moneda constante, principalmente por el aumento de actividad económica.

En un punto coinciden los economistas consultados por LA NACION: el aporte del IVA es clave para la coparticipación. Mandolessi sostiene que al explicar los recursos adicionales de este año se advierte que los impuestos vinculados a la mayor nominalidad explican el 90% del crecimiento (IVA-Ganancias-Internos, a los que se agrega el mayor consumo de combustibles y la suba de la recaudación por esa vía). Bienes Personales aporta 11% (este martes la oposición apuesta a subir el mínimo no imponible).

“La dinámica de la actividad económica y el aumento de la nominalidad serán determinantes en la coparticipación 2022; ambos datos que en el presupuesto rechazado estaban lejos de las proyecciones del mercado: 4% versus 2,2% y 33% versus 47,9%”.

Fernando Marull, economista y director de la consultora FMyA, plantea que el argumento de Massa es “rebuscado” y se orienta a “buscar voluntades” entre las provincias. “La coparticipación depende, mayormente, de IVA e inflación; también incide Bienes Personales, pero menos. Lo que bajará es la carga extra que se venía cobrando desde 2019; el impacto más importante es en tenencia de activos en el exterior”, añade.

Pegoraro apunta que si bien el rechazo al presupuesto genera un problema, el Gobierno nacional tiene la potestad de cumplir esos compromisos vía decretos y decisiones administrativas. “Reconducir el presupuesto limita al Gobierno, pero no lo ata de manos; la relación política de los gobernadores va a cobrar aún más importancia para poder ejecutar ciertos gastos a través de mecanismos alternativos”, explica.

Marull y Mandolessi vuelven sobre la mejora en inversión y empleo que podría provocar la baja de la carga tributaria extra sobre las empresas. “Bajar impuestos incide en ese sentido, aunque el Gobierno no lo crea”, dice el primero. Mandolessi suma que es “necesario” reducir impuestos para “crear riqueza y principalmente crear puestos laborales en el sector privado”.