
De las autopartes a las empanadas, una forma de capitalizar la crisis
Una pyme del sector automotor creó una máquina que produce ese tipo de comida
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No hay duda de que en los últimos años se multiplicó el número de empresas dedicadas a la venta de empanadas. Basta con recorrer las calles de la ciudad para ver locales exclusivos, pizzerías con la misma oferta y sandwicherías que también se volcaron al negocio.
Para ayudar a estas compañías a satisfacer una demanda en ascenso, tres emprendedores desarrollaron, en 2000, la primera máquina industrial para hacer empanadas, a la que bautizaron Empamec M 2000. Se trata de Ernesto y Marcelo Bucceroni y Esteban Porco. El trío lleva más de dos décadas en el negocio de la matricería para el sector automotor con la empresa Estmar.
Con la crisis, los socios notaron que en el sector gastronómico habían comenzado a proliferar las casas de empanadas. Y vieron que no había, ni aquí ni en el mundo, una máquina industrial que acelerara y facilitara la elaboración de estos productos. "Había una demanda insatisfecha. Una cosa es hacer dos o tres docenas de empanadas por mes, pero cuando se trata de miles de docenas resulta un gran esfuerzo realizarlas en forma manual. La mayoría de las empresas tiene una planta de producción centralizada y el volumen que manejan es mayor a las tres mil docenas mensuales. Más allá de esta cifra se compromete la producción", señaló Marcelo, técnico mecánico.
"Entonces empezamos a diseñar el primer prototipo de Empamec M 2000. Llevamos años en el rubro matricero, pero nunca habíamos desarrollado una máquina para la gastronomía. Cuando tuvimos la primera y empezamos a ofrecerla fue muy complicado porque no había nada parecido y la gente quería que le mostráramos resultados", agregó. Finalmente, La Fábrica (sandwichería) visitó las instalaciones de la empresa y decidió comprar el prototipo. Luego accedió a filmar un video promocional y fue entonces cuando el trío empezó a vender las máquinas.
Empamec M 2000 produce 2000 empanadas por hora con tres operarios, lo que implica un aumento de producción siete veces mayor al proceso manual, según los emprendedores.
Para todos los gustos
La máquina está armada con piezas nacionales e importadas. Un motor hace correr una cinta -a diversas velocidades- que contiene los moldes de aluminio en donde se colocan las tapas de masa. Luego, por un movimiento mecánico, el molde se pliega cerrando la masa y envolviendo el relleno.
"No es una máquina que reemplace al trabajador. Al contrario, lo organiza y optimiza su trabajo. Una persona se encarga de poner la masa y otra el relleno. Y otra persona recoge la pieza lista. La diferencia de nuestra máquina con respecto a aparatos similares hechos para otros alimentos es que trabaja con discos y no con rectángulos de masa, lo cual reduce muchísimo el consumo de masa y el gasto de la empresa", destacó Porco, ingeniero mecánico. A La Fábrica le siguieron seis empresas más, entre ellas, Coto, Morita y Zappi. Uno de los pedidos provino directamente de Estados Unidos, de un argentino que vende empanadas en ese país. La empresa vendió 7 máquinas a un costo de US$ 12.000 por unidad. Así, superó en ventas los $ 240.000, que se suman a los $ 800.000 que factura la matricería por año.
"Armamos la máquina según el tipo de empanadas que quieren hacer en diámetro y en repulgo. Así podés hacer a escala industrial empanadas de copetín y de diferentes sabores sin confusiones", enfatizó Marcelo. Actualmente, los socios están armando las primeras máquinas manuales. "Hay empresas que no producen tanto por mes. Por eso hicimos un aparato más simple que arma de a cuatro empanadas por vez, ideal para compañías más chicas", destacó Porco.
Desafío para estudiantes
- Hasta el 15 de julio, estudiantes de instituciones superiores de todo el país podrán inscribirse para participar del Desafío Sebrae 2004. Se trata de un juego virtual de simulación empresarial organizado por el Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (Sebrae), la embajada de Brasil, la Asociación Dirigentes de Empresa, la Fundación Ideapyme y la Subsecretaría de Industria, Comercio y Pyme. Se procura brindar a los jóvenes un primer contacto con el mundo de los negocios a través del gerenciamiento de una empresa virtual.






