Después de la polémica, el BCRA cumple 75 años

Mañana se cumplirán 75 años del día en que abrió sus puertas por primera vez el Banco Central de la República Argentina (BCRA), entidad que ya cuenta con 55 ex presidentes, lo cual implica una permanencia media de algo menos de 500 días.

Para refrescar las circunstancias en que fue creado entrevisté a Federico Pinedo (1895-1971), ministro de Hacienda entre agosto de 1933 y diciembre de 1935 (volvió a ocupar la cartera económica en 1940 y en 1962), y a Raúl Prebisch (1901-1986), gerente General de la institución durante sus ocho primeros años de existencia (el BCRA fue presidido por Ernesto Bosch hasta 1945, pero no se habla "del Central de Bosch" sino "del Central de Prebisch").

-En El grupo Pinedo-Prebisch y el neoconservadorismo renovador, Amalia A. Louro de Ortiz analizó el conjunto de jóvenes profesionales que ustedes lideraron, para enfrentar la crisis de la década de 1930 desde el gobierno de un país periférico .

Pinedo: -Yo era más viejo. Fui ministro a los 38 años. Raúl tenía 34 años cuando comenzó a conducir el BCRA. También formaron parte destacada del grupo Máximo Alemann, Walter Guillermo Klein y Ernesto Malaccorto.

-Pero en la década de 1960 ustedes dos discutían acaloradamente.

Prebisch: -Sin agravios personales. Es más, en Oxford, a mediados de 1981, en un seminario que sobre la política económica argentina organizó Guido Di Tella, dije textualmente que "si las circunstancias lo hubieran permitido, Pinedo hubiera sido un gran presidente de la Nación".

-En 1935, la creación del BCRA estaba "cantada".

Prebisch: -De ninguna manera. Es cierto que en nuestro país la cuestión se discutía desde fines del siglo XIX, y también que contemporáneamente Nueva Zelanda y Canadá crearon instituciones similares, pero se necesitaron la autoridad, el prestigio, la experiencia parlamentaria, la tenacidad y la energía de Pinedo para lograrlo. Con anterioridad a 1935, la Caja de Conversión y el Banco de la Nación cumplieron parcialmente las funciones propias de un banco central.

-¿Cuán importante fue el asesoramiento de Otto Niemeyer?

Pinedo: -Niemeyer fue consultado por Alberto Hueyo, mi antecesor. Trabajó en nuestro país durante tres meses. Produjo un proyecto de Banco Central y uno de ley de bancos, pero los modificamos en función de las necesidades locales. Por ejemplo, sobre saneamiento de bancos, absorción cíclica de fondos sobrantes, etcétera.

-Se dictaron seis leyes.

Prebisch: -La creación del BCRA no ocurrió en el vacío, sino en circunstancias internacionales e internas específicas. La Gran Crisis ya llevaba un lustro. Por eso también hubo que dictar una ley de bancos, crear el Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias, modificar los directorios del Banco de la Nación y el Hipotecario, y diseñar la organización del Banco Central.

-¿Por qué nació mixto?

Pinedo: -Porque si hubiera nacido público en 1935 nadie hubiera confiado en la institución. Fue estatizado en 1946. Le mencioné el Instituto Movilizador, denominación paqueta para explicitar el hecho de que, como consecuencia de la crisis mundial, buena parte de la banca local estaba quebrada. El Instituto fue el mecanismo que ideamos para que los bancos se quitaran de encima activos incobrables y pudieran volver a funcionar.

-Hubo 55 ex presidentes del BCRA en 75 años. ¿No es demasiado?

Prebisch: -Efectivamente. Si además se advierten los 10 años de permanencia de Bosch y los cinco de Adolfo César Diz y Roque Benjamín Fernández, resulta que el resto fue reemplazado antes de haber terminado de familiarizarse con los teléfonos y las pantallas de las computadoras.

-Pinedo, alguna vez usted declaró que no se sentía particularmente orgulloso de haber participado en la creación del BCRA.

Pinedo: -Lo dije porque la historia inflacionaria de la Argentina durante la segunda mitad del siglo XX no puede explicarse sin un comportamiento más bien pasivo, nada "autónomo", por parte del Banco Central. Pero en la Argentina al menos no es fácil resistir las presiones del Poder Ejecutivo de turno.

-Don Federico y don Raúl, gracias.