El aumento de las jubilaciones en junio será de 6,12%, muy por debajo del 10,9% que indicaba la ley de movilidad

La recomposición de las jubilaciones y pensiones del sistema previsional de la Anses será en junio de 6,12%. Así, el haber mínimo pasará de $15.891,49 a $16.864 y el máximo, de $106.934,71 a $113.479. El porcentaje, decidido por el Poder Ejecutivo de manera discrecional, se ubica casi cinco puntos por debajo del 10,9% que da como resultado, para ese mes, la fórmula de movilidad aprobada por ley a fines de 2017 y suspendida en diciembre último por el Congreso, a pedido del Gobierno de Alberto Fernández. El anuncio fue hecho por el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y la directora ejecutiva de la Anses, Fernanda Raverta.

El aumento alcanzará a los 5,7 millones de jubilados y pensionados del sistema con aportes y a los 1,5 millones de personas que cobran pensiones no contributivas. También habrá una suba nominal de 6,12% para la Asignación Universal por Hijo (AUH), que pasará a ser de $3293 mensuales, y para los ingresos por hijo de trabajadores asalariados y monotributistas.

Se trata del segundo incremento de las prestaciones sociales cuyo porcentaje se decide con discrecionalidad (sin seguir ningún criterio predeterminado), luego de que se suspendió la fórmula de movilidad que rigió en 2018 y 2019. Si siguiera aplicándose ese mecanismo de cálculo, basado en la variación de los precios y de los salarios, entre las subas de marzo y de junio se habría acumulado una mejora de 23,7%.

En la práctica, sin embargo, el haber mínimo alcanzó un aumento de 19,9% y el máximo, una suba de tan solo 10,1%. Concretamente, la jubilación mínima sería, en caso de seguir la movilidad, de $17.405 desde junio, un 3,2% más que el monto que en realidad alcanzará. Y el haber máximo llegaría el mes próximo a $127.511, un 12,3% más que la cifra que efectivamente tendrá. Alguien que en diciembre pasado cobraba $30.000, en tanto, recibirá desde el mes próximo un haber de $34.160, mientras que con el mecanismo suspendido recibiría $37.116, es decir, un 8,6% más.

Con lo otorgado en marzo (mes para el cual la fórmula suspendida determinaba un incremento de 11,6%), los niveles de aumento nominal variaron entre 3,75% y 12,96%, según el nivel del ingreso considerado. Eso ocurrió por la decisión oficial de aplicar, sobre los haberes de febrero, un porcentaje más un monto fijo que fue de igual cuantía para todos. Esa modalidad provocó un achatamiento de la pirámide de ingresos y una significativa pérdida de poder de compra para muchos. Ahora, a diferencia de lo ocurrido ese mes, el porcentaje será igual para todos.

Al hacer el anuncio, los funcionarios recordaron que quienes tienen ingresos más bajos recibieron dos bonos de $5000 cada uno entre fines de 2019 e inicios de 2020, y otro de $3000, anunciado cuando llegó el Covid-19 a la Argentina.

En el tercer mes del año fueron algo más de dos millones los jubilados que en el tercer mes del año recibieron un aumento inferior al que habrían percibido en caso de seguir la movilidad. Esa situación generó reclamos judiciales. Una de esas presentaciones, impulsada por el defensor de la Tercera Edad de la ciudad de Buenos Aires, Eugenio Semino, pretende tener efecto para todos los pasivos perjudicados por la decisión del Gobierno. Antes de comenzar la cuarentena, el tema llegó a la Corte Suprema de Justicia, porque se presentó un per saltum luego de que una jueza de primera instancia no validó la representatividad de los demandantes.

La ley 27.541, aprobada en diciembre pasado dispuso, además de la suspensión de la movilidad por 180 días –un plazo que vence antes de que finalice junio–, que una comisión convocada por el Poder Ejecutivo debe elaborar un propuesta para un nuevo sistema de actualización de las jubilaciones. A a casi cinco meses de la aprobación de esa ley y a un mes de que se cumpla el plazo otorgado para que finalice el trabajo, hubo una primera reunión en la que se conformó el grupo de trabajo.