El contexto económico da buenas señales, pero la cautela manda en los mercados
Una coyuntura externa más tranquila favoreció la vuelta de capitales a la región y la estabilidad local le dio aire al inversor; las dudas en lo político obligan a tener prudencia
Los activos financieros locales sumaron otra buena semana. Así, pudieron continuar corrigiendo el exceso de castigo que tuvieron durante la última parte del año. Las razones se basan en un escenario combinado de una coyuntura externa general más tranquila, que favorece la vuelta de los flujos a la región, y la continuidad de buenas señales en el plano local.
La explicación está en la sostenida estabilidad del tipo de cambio -que se mantiene cerca del piso de la banda de no intervención y cuyo movimiento ha llevado incluso al Banco Central a sumar dólares-, tasas de interés a la baja y la corrección de los desequilibrios macroeconómicos que fueron las mayores vulnerabilidades de la economía local.
El sobrecumplimiento de la meta de déficit fiscal de 2018 es una buena noticia, que se suma a la alta probabilidad de cumplir con el objetivo de equilibrio acordado para este año. Por otra parte, y aunque la marcha de la actividad siga complicada, es un buen punto la rectificación acelerada del rojo de la cuenta corriente (incluyendo en este análisis la reversión del balance comercial a positivo). También es un dato destacado la conducta del Banco Central de mantenerse a rajatabla dentro del programa anunciado. La cautela con la que se mueve en sus acciones permite apoyar la previsibilidad de las políticas, otro punto no menor para el mercado.
Por fuera de esto está lo político. Se lo tratará por separado de los fundamentos económicos actuales y proyectados, aunque forme parte del comportamiento de los precios. La razón: no es una variable que se vaya a despejar de forma inmediata. En consecuencia, seguirá siendo un factor de volatilidad adicional; en particular, cuando el escenario hoy proyectado parece ser binario, según las encuestas.
Por ende, es preferible por ahora manejarse con cierta cautela, aunque se insiste en que los datos concretos financieros y económicos van por el buen camino. Incluso es positivo que hayan permitido que vuelvan a circular informes favorables de bancos extranjeros.
El camino igualmente es largo. No se volverá rápidamente, si se habla del riesgo país), a niveles del orden de los 350 puntos de principios de 2017, porque en el medio está claro que "mucha agua corrió" -y no solo propia, sino también en el ámbito global-. Pero sí se entiende que, de continuar en este camino, un objetivo relativamente corto puede ser la zona de 650-600. Y, si se cumple el escenario base proyectado (una economía en recuperación, estabilidad financiera, inflación en baja, continuidad del Gobierno, etcétera), es posible que a un año vista el riesgo país esté nuevamente en la zona de 500-450.
Igualmente falta aún para despejar el escenario (en especial, el político). Las encuestas comienzan a ser una variable más de análisis para las decisiones de portfolio que se sumarán a los fundamentals.
Si las que se miran son opciones dentro de esta coyuntura, la curva de bonos soberanos se mantiene como una alternativa atractiva; pero es muy importante entender que el escenario no estará libre de riesgos y volatilidad. El programa financiero de este año es un dato ya cerrado, y el cumplimiento del de 2020 parece manejable dentro de un escenario proyectado favorable que contemple lo mencionado anteriormente.
De hecho, entre las noticias más recientes, la tasa de roll over del 100% de las LETE son buenas noticias que se van acumulando, aunque aún deberán pasar una prueba de fuego: extender su vencimiento de pago al año próximo.
Respecto de plazos largos, también sumará una señal para el mercado la colocación de la Lecap de esta semana. Vencen unos $50.700 millones que el Gobierno intentará refinanciar. Pero no solo el monto de demanda será dato (y el ratio de roll over) sino también, en especial, la tasa y el interés en la letra más larga (547 días). Será una letra que vencerá en julio de 2020, la más larga de las hasta ahora emitidas. En consecuencia, la tasa exigida por el mercado para esta letra reflejará cuáles son las proyecciones del mercado, y si coinciden o no con las del Gobierno. Si se la pone dentro de la curva actual, la tasa nominal anual (TNA) debería ubicarse en torno al 37% anual.
Por último, una rápida mirada sobre la renta variable deja un Merval en pesos lateralizando en zona de máximos (en torno a los 35.000 puntos), y en dólares, en niveles de 950 puntos -aún un 48% debajo de los máximos del año pasado-. La compresión del spreadde riesgo en las últimas semanas fue claramente lo que empujó la recuperación. No obstante, no se descarta que, alcanzados estos niveles, el rally limite su ritmo y apunte a una mayor selectividad dentro del panel. Al menos, hasta tener más catalizadores positivos o hasta que el flujo vuelva a impulsar. Acá, tampoco se descarta, la incorporación al MSCI emergentes, en donde algunas estimaciones hablan de negocios extra por US$1000/US$2000 millones.ß Sabrina Corujo
Indicadores para tener en cuenta
Menos riesgo de default
La probabilidad de default implícita en el CDS (credit default swap) a cinco años se ubicó en 40% y sigue cayendo (en 2017 exhibía un nivel de 45%)
Dólar sin sobresaltos
La cotización del dólar mayorista alcanzó los $37,78 y estará en el piso de la banda de no intervención para mañana. El BCRA3500 se viene moviendo, en promedio, 0,1% respecto al piso diario
Tasa en baja
La tasa Badlar BancosPrivados se posicionó en 45,8%. Esto significa que cayó unos 5/7,5 puntos porcentuales respectode los máximos de octubre
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