Acuerdo: tras el cierre de Falabella, los empleados serán reubicados con aportes del Estado

CORDOBA.- Los empleados de los locales de Falabella de Córdoba, Rosario, Mendoza y San Juan -la empresa chilena abandona la Argentina y está cerrando sus últimas bocas- serán absorbidos por otros comercios y supermercados conforme a un acuerdo firmado este lunes entre el Ministerio de Trabajo de la Nación, la Cámara de Supermercados de Córdoba y el Gremio de Comercio. Tendrá sus réplicas en las otras plazas.

A comienzos de abril, después de varios meses intentando sin éxito conseguir comprador, la firma de origen definió su salida definitiva del mercado argentino. Solo le quedan las bocas de Rosario, Unicenter y la calle Florida, ya que a fines de marzo dejaron Córdoba, Mendoza y San Juan.

Pablo Chacón, titular del Sindicato de Empleados de Comercio de Córdoba (Agec), confirmó a LA NACION que el acuerdo firmado por ellos será “repetido” en todos los lugares del interior del país que dejó Falabella. “Los empleados de las bocas cerradas fueron indemnizados, incluso están cobrando salarios hasta junio. Nuestra preocupación era hacia adelante, cuando se quedan sin ingresos”, dijo.

En Córdoba trabajaban 170 personas y un número similar es el de Rosario, San Juan y Mendoza. El convenio establece que el personal “afectado tras el cierre del local de Falabella puede ser reubicado dentro de los distintos comercios asociados a la Cámara de Supermercados”.

Las empresas que los tomen recibirán, por cada trabajador, un monto aportado por el Estado: “Será por un tiempo determinado, pero el objetivo es que después de la pandemia sigan trabajando en estos lugares”, dijo Chacón, quien planteó que la necesidad de varios comercios de gente se explica por el personal que tienen licenciado por Covid-19 por ser de riesgo y no estar vacunados o por los reemplazos que se requieren de contagiados.

El acuerdo cerrado lleva el nombre “Convenio marco de colaboración institucional para la promoción del empleo”. El Ministerio de Trabajo se compromete a aplicar “alguno de los planes y/o programas vigentes (...) destinados a atender situaciones que pongan en peligro la calidad y/o cantidad de puestos de trabajo”.

Por su lado, el sindicato y la cámara que lo firmaron asumieron la responsabilidad de “garantizar la paz social” durante la vigencia del acuerdo. Chacón adelantó que están trabajando para lograr un esquema similar para los afectados por los cierres de sucursales de Garbarino (en Córdoba todavía están atendiendo al público). La semana pasada la empresa -que busca nuevos socios- cerró los cuatro locales en Rosario; en los que siguen abiertos deben dos meses de sueldo.