En busca de una oportunidad
Cobran nuevo impulso las 174 oficinas de empleo extendidas a lo largo de todo el país. Su función es ser un nexo entre los que buscan trabajo y quienes lo ofrecen
lanacionarMás allá de la fuerte polémica que suscitan los nuevos índices de desempleo que el miércoles dará a conocer el Indec, los correspondientes al primer trimestre de 2007 indican que en la Argentina la falta de capacitación y de oportunidades reales llega a más de tres millones de personas, entre desocupados, aquellos con planes sociales y subocupados. Esta situación está relacionada con el hecho de que más de 9 millones de personas, incluyendo ancianos y niños, están bajo la línea de pobreza según los últimos datos del Indec, de 2006.
Como respuesta a esta necesidad, el Ministerio de Trabajo diseñó hace dos años un programa de convergencia entre las diferentes Oficinas de Empleo municipales que ya existían en distintos puntos del país, además de crear nuevas sedes; su objetivo es acompañar a las personas en el camino de la reinserción laboral. Uno de sus objetivos es ser intermediarios entre las empresas y sus necesidades de personal, con las personas desocupadas o aquellas que buscan mejorar su situación laboral. Pero no es tarea fácil, ya que en muchos casos los postulantes no han llegado a completar su educación básica.
“Estamos cubriendo el área de influencia de casi la totalidad de las ciudades más importantes del país”, comenta Enrique Deibe, secretario de Empleo de la cartera laboral. La meta es llegar a sumar 250 oficinas para fin de año.
“Asistimos, capacitamos y organizamos este proyecto de las oficinas de empleo. Para esto firmamos un convenio con distintos municipios. Brindamos equipamiento informático y formamos a los equipos técnicos para que ellos brinden los distintos servicios”, agrega Eva Raskovsky, directora de Servicios de Empleo del ministerio. Concretamente, cuando alguien se acerca a las oficinas éstos son algunos de los servicios que brindan:
- Apoyo en la búsqueda laboral: enseñan cómo hacer un CV y cómo presentarse a un trabajo. Realizan un acompañamiento en la inserción en el mercado.
- Orientación laboral: ayudan a identificar las capacidades y competencias. La intención es definir un perfil ocupacional.
- Orientación de trabajo independiente: evalúan si tienen la actitud de ser un emprendedor. Analizan las posibilidades reales de desarrollar un emprendimiento.
"La Argentina está saliendo de una política de asistencia para pasar a una más activa de generación de oportunidades de empleo", expresa Deibe.
Para promover la inclusión, el Gobierno diseñó un plan social conocido como Seguro de Capacitación y Empleo, dirigido a la población económicamente activa que tenga interés en mejorar sus oportunidades de empleo. Los que están adheridos al Plan Jefes y Jefas de Hogar pueden pedir el traspaso y en lugar de percibir $ 150 mensuales recibirán $ 225. A cambio deberán realizar algún tipo de capacitación. Hay variedad de cursos. Desde gastronomía, soldadura y manejo de PC hasta la opción de finalizar los estudios primarios y secundarios.
También tendrán que concurrir regularmente a la Oficina de Empleo para presentar el comprobante de asistencia a la capacitación. El tiempo máximo de permanencia en el seguro es de dos años.
Según datos del Ministerio de Trabajo, en total se capacitaron 250 mil personas y 100 mil se encuentra en cursos de formación de oficios. Un informe reciente de la Secretaría de Empleo precisa que, desde junio de 2003 a la actualidad, en total 663.216 beneficiarios del Plan Jefes de Hogar se reubicaron en el mercado laboral.
Un camino difícil
Para Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, el camino de reinserción laboral no resulta fácil: "En general, estas personas se vienen empleando en trabajos informales o en negro, que son de baja calidad y baja remuneración. Su transformación en los planes de capacitación debería corregir esta situación, pero no parece fácil de lograr. El traspaso de los beneficiarios del Plan Jefes y Jefas al plan de capacitación está basado en el hecho de que reciben un ingreso más alto y por eso la gente lo busca. Las Oficinas de Empleo pueden jugar un rol importante para conectar la demanda insatisfecha de trabajo con la oferta. Para muchas personas, sin embargo, surge el problema de que por su grado de capacitación y nivel de educación son más empleables en la informalidad que en la formalidad".
El contraste de realidades laborales en el conurbano es muy grande, pero apenas está separado por algunos kilómetros.
Pablo Damián Pantanal, por ejemplo, lleva aferrado entre sus dedos un papel que acredita que su DNI está en trámite. Hace 4 días que salió de la cárcel. Está sentado sobre un banco de madera y espera que alguien de la Oficina de Empleo del partido de Morón lo atienda. "Mi único objetivo es conseguir trabajo", repite una y otra vez este joven, de 23 años, que perdió su libertad por cometer un robo calificado.
Habla de todo. De la discriminación por haber pasado por la cárcel, de su ansiedad por hacer borrón y cuenta nueva, y de su necesidad de sentirse libre. En la actualidad, duerme en una iglesia en la localidad de Ituzaingó y antes de que lo entrevisten opina: "Me gustaría que mis hijos tengan obra social. Quizá cuando consiga un trabajo pueda hacer algún curso de panadería. El pan se consume tanto en invierno como en verano".
A su lado está Fernanda Martínez. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación y en el Anses le recomendaron que se acercara a la oficina. "Desde abril que no consigo trabajo", comenta Martínez, de 27 años.
El caso de Hermelinda Arrúa es distinto. Percibe un plan social por el cual recibe mensualmente $ 510 y viene a solicitar una entrevista para sus dos hijos mayores. En total tiene 13, y dice: "Me gustaría que consigan un trabajo efectivo con obra social".
Del otro lado del escritorio atiende Leonardo Sabbatella, que trabaja en la Oficina de Empleo desde septiembre del año último. "Mucha gente que se acerca necesita romper con el estigma de pertenecer a un plan social. A muchos les cuesta pedir ayuda. Lamentablemente, se sienten fuera del sistema", precisa.
"De todas maneras -agrega-, la gente se va contenida tanto que algunos vuelven con presentes."
Diferencias
En Vicente López, la Oficina de Empleo funciona en un centro comercial. Allí, donde nace el Tren de la Costa, en el local 101 y 102 se reciben los pedidos de trabajo.
Y la organización es extrema. Se realizan reuniones grupales, que no exceden los 30 participantes, en los barrios del distrito; se informa sobre los planes de capacitación de oficios, y los horarios en los que se puede participar. Luego se pactan las entrevistas personales para profundizar las posibilidades laborales.
María Isabel Said es profesora de inglés y aclara que su apellido se escribe como el verbo decir en inglés. También tiene aprobadas 15 materias de Ciencias Económicas. El 11 de julio comenzó el curso de manejo integral de estaciones de servicios. "La capacitación es muy completa y después me gustaría trabajar", dice, sin ocultar su esperanza.
En San Isidro se atiende por orden de llegada, y el primero en la fila es Gustavo Díaz, que a principios de mes se quedó sin trabajo. "Ahora se complica mucho, vine para ver si consigo algún trabajo o si puedo adherirme a un plan", comenta este vecino de Boulogne.
Pero no baja los brazos. "Ayer me fui a anotar en un frigorífico en Don Torcuato y una obra en Boulogne. Ahora hay que remarla de vuelta", concluye.
Los pedidos de trabajo son recibidos por Clara Lobos. "Es difícil que en dos años se sientan totalmente capacitados. Quizá necesiten un poco más de tiempo", asegura.
Andrea Pignata, de 34 años, habla de discriminación. Dice que no la contratan porque tiene exceso de peso. Hasta hace poco trabajaba en un shopping de la zona norte, pero se enfermó y la despidieron. Tiene 34 años y tres hijos. "Estoy realizando un curso de ayudante de cocina y otro de empleada doméstica de hotel. Hace rato que no encuentro trabajo", concluye.
Cada desempleado tiene una historia. La capacitación y la contención quizá sean un comienzo para andar por el a veces sinuoso camino de la reinserción laboral.
Experiencias de norte a sur del país
Fernando García Soto para LA NACION
SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- La delegación de Empleos administra los 29.000 planes Jefas y Jefes de Hogar vigentes en esta provincia. También, alrededor de 17.000 Planes Temporarios Interzafra, que benefician a trabajadores de las actividades azucarera y citrícola, y un programa de empleo para personas con discapacidad que favorece a unos 6000 tucumanos. El gerente de Empleo, Juan Luis Pérez, informó que el organismo administra, además, programas de capacitación para desocupados y para beneficiarios de los planes. "Se trabaja con oficinas de empleo municipales, que están conectadas en el orden nacional con el Servicio Federal de Empleo", destacó. Explicó, además, que un 30% de los beneficiarios del Plan Jefes y Jefas de Hogar están estudiando para terminar los estudios primarios y secundarios.
"Hay otros 4000 beneficiarios que hicieron su formación profesional, mientras que 4000 personas más fueron incluidas en el programa de obra pública local, que trabajan en la ejecución de pequeñas obras en comunas y municipios", explicó Pérez.
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Jorge Gómez Crespo para LA NACION
RIO GRANDE.- La radicación de industrias produce permanentes migraciones desde todas las provincias argentinas, lo que da a la ciudad curiosos rasgos culturales.
El municipio sostiene una oficina de promoción del empleo muy activa y desarrollada por acuerdos con la mayoría de las empresas radicadas.
Lo primero que hace el trabajador es ir al centro municipal de empleos, recibir asesoramiento y anotarse en el banco de trabajo. Además, la misma oficina ofrece cursos y talleres de especialización para promover entre los inmigrantes el rápido empleo.
Las firmas dan trabajo con contratos por tres o seis meses, y tienen muy pocos empleados registrados como pertenecientes a planta fija. De esta manera regulan sus planteles de mano de obra según las necesidades de producción. Debido a esto, un trabajador inmigrante se ve obligado a buscar empleo cada tres o seis meses, lo que a veces consume sus posibles ahorros.
La expectativa es lograr un nombramiento de planta, pero esto es muy difícil porque no son más del 10% del total de la mano de obra empleada.
Algunas direcciones
- Partido de Avellaneda: Hipólito Yrigoyen 381; 5227-7734
- Partido de Morón: Nuestra Señora del Buen Viaje 968; 4489-7716
- Partido de San Isidro: Don Bosco 411, 1º piso; 4512-3176
- Partido de Vicente López: Avda. Maipú 2305, locales 101 y 102; 4512-1559
- Para más información sobre las Oficinas de Empleo y beneficios para empresas a través del programa de inserción laboral ingresar en www.trabajo.gov.ar/redempleo