Colchón de dólares y PPP "de a puchitos", claves del actualizado plan financiero
Transparencia, luego de las críticas al Gobierno por no hacer públicos los números finos de las finanzas del país en tiempos de corrida cambiaria. Pero también el envío de algunos mensajes clarificadores al mercado durante un año electoral. Ese fue el objetivo de la publicación, anteayer, de un renovado programa financiero.
Entre los principales mensajes que buscó enviar el Gobierno hay dos fundamentales: el primero, que contará con un colchón "significativo" de dólares para atravesar el año de elecciones. La Secretaría de Finanzas, que conduce Santiago Bausili, proyecta que reducirán las necesidades para 2020, cuando los recursos del FMI ya no serían tan holgados para cubrir las necesidades oficiales.
Segundo, según describieron ayer fuentes oficiales a LA NACION, los programas de participación público-privada (PPP) sí tendrán su financiamiento para empujar la obra pública, pero llegarán "de a puchitos", situación que aportará para no estresar la necesidad de divisas en tiempos de mercados financieros externos prácticamente cerrados para el país. Esos dólares, estiman en el Gobierno, podrían ser aportados por otros organismos multilaterales de crédito con buena relación con la Argentina.
"El programa financiero para 2019 continúa mostrando que no hay una necesidad de recurrir a financiamiento en el mercado internacional de capitales", indica la síntesis del programa financiero publicado anteayer en la web del ministerio. Básicamente, es la ratificación de que los dólares del FMI alcanzan para no tener que salir al mercado voluntario de crédito. Hasta diciembre, ya se desembolsaron más de US$28.000 millones. En marzo llegarán más de US$10.800 millones más tras una nueva revisión del acuerdo. Según creen en Hacienda, hasta ese mes el Tesoro no requeriría vender dólares (vendió en diciembre) y los pesos para hacer frente a los gastos corrientes alcanzan. Luego debería vender entre US$8000 y US$12.000 millones. A esas divisas se les sumarían los dólares de la cosecha y una menor presión por "la limpieza" que hizo el Banco Central de los US$4000 millones en futuros que hoy se redujeron a cero. "Esto demuestra que tenemos herramientas para llegar tranquilos", confiaron.
"El mecanismo para la conversión de los dólares necesarios para afrontar gastos en pesos será anunciado durante el primer trimestre de 2019", indica el documento elaborado por Finanzas.
Luego, ese brief pone el foco en el rolleo de deuda para este año. En 2018, las necesidades de roll over de deuda de corto plazo llegaba al 50%. En el Gobierno afirmaron que terminó siendo del 77%, lo que dejó "un ahorro" de 27 puntos. Para 2019, lo previsto era del 60%, que gracias al "ahorro" se redujo hoy al 46% .
"Si el refinanciamiento de los vencimientos de corto plazo en 2019 fuese igual o superior al 70%, el saldo de caja acumulado al cierre del año permitirá eliminar las necesidades de financiamiento neto en 2020", afirma la actualización del programa financiero. Las fuentes oficiales sostuvieron que en las últimas semanas, sobre todo cuando el riesgo país tocó su pico, hubo muchos cuestionamientos hacia la "sustentabilidad de la deuda", sobre todo pensando en 2020. Sin embargo, en Hacienda recalcaron que es preciso hacer las previsiones teniendo en cuenta la deuda intrasector público (no la deuda bruta). "Las deudas que tenemos con el sector público son asientos contables", explicaron. En Finanzas creen que el rolleo se mantendrá elevado porque los fondos internacionales ya salieron del país y aquellos locales que están mantendrán sus posiciones buscando una mejor tasa.
El anuncio que hizo en su momento el Ministerio de Transporte sobre los PPP, estiman en Finanzas, no dejó en claro el mensaje para el mercado. Este es que los proyectos PPP no requerirán financiamiento del mercado de capitales en 2019. El financiamiento "se minimizará para cumplir con las inversiones de los próximos meses". Traducido: las necesidades de US$6000 millones se conseguirán "de a puchitos" y no en el mercado, ya que los dólares con los que se cuentan se usarán para dar certidumbre sobre el repago de la deuda.