Lavagna no cree que el Fondo vaya a cambiar
WASHINGTON (De un enviado especial).- Pese a la inusual autocrítica que formuló el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la Asamblea Anual -que afirmó que no debe actuar como el "gobierno del mundo", ni responder sólo a los países más poderosos, sino adaptarse a los cambios de la economía mundial-, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, no se mostró confiado en que finalmente lleguen los cambios en el organismo.
"Reformar el FMI es tan difícil como lograr una nueva ley de coparticipación." Con esta sentencia, formulada en privado, Lavagna expresó su opinión pesimista sobre los cambios que impulsa el director gerente del FMI, el español Rodrigo de Rato, en la estructura de conducción y financiamiento del organismo de crédito.
Lavagna, que ayer estuvo unas horas en Nueva York por reuniones privadas, cree que los lineamientos formulados por Rato, que incluyen un aumento de las cuotas y una mayor participación para algunos países en vías de desarrollo con escasa representación en el directorio, "no están mal, pero la cuestión es cómo se hace para alcanzarlos". Por eso, la inmediata referencia del ministro a la reforma de la coparticipación, que está contemplada desde la sanción de la Constitución en 1994 y que, pese a los constantes reclamos del Fondo, nunca se trató en el Congreso.
De todos modos, en particular, la Argentina no está demasiado apurada en que las reformas de Rato -que han recibido fuertes cuestionamientos por parte del Grupo de los Siete, que tiene la mayoría en el directorio del organismo- se lleven a cabo, ya que implicaría mayores desembolsos presupuestarios nacionales para el FMI.
En principio, Estados Unidos estaría de acuerdo en redistribuir las cuotas presupuestarias, no en aumentarlas, para otorgarles más espacio a China e India, dejando que Europa ocupe una sola silla en el directorio como unión regional.