
Murió Friedman, padre del monetarismo
El fundador de la Escuela de Chicago infundió el liberalismo a ultranza en los gobiernos de Reagan, Thatcher y Pinochet
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SAN FRANCISCO.- Milton Friedman, uno de los economistas más influyentes del siglo pasado y ganador del Premio Nobel en 1976, murió ayer a los 94 años, tras sufrir un ataque al corazón cuando se encontraba internado en un hospital de San Francisco, dijo una vocera de su familia. Un defensor a ultranza del libre mercado, Friedman predicó la libre empresa frente a gobiernos reguladores y abogó por una política monetaria que permitiera un crecimiento estable de la oferta de dinero.
Sus ideas cumplieron un papel central en la conformación de las filosofías de gobierno de líderes mundiales como la primera ministra británica Margaret Thatcher y el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan. Friedman creía que una política de estabilización económica no operaba como un termostato por el "largo y variable lapso" entre las acciones y sus efectos últimos.
El presidente de la Reserva Federal de San Luis, William Poole, otro destacado monetarista, dijo ayer que gran parte del pensamiento moderno del banco central proviene del trabajo de Friedman. Poole agregó que la mayor contribución del Nobel fue relacionar el pensamiento económico teórico con temas de política pública.
"Antes de Milton, los economistas no eran tomados seriamente por los funcionarios públicos", dijo Poole, al citar la influencia del trabajo de Friedman en temas como el servicio militar obligatorio en Estados Unidos, los cupones escolares y la política impositiva, así como su contribución más conocida sobre la importancia del suministro de dinero para la inflación. "Fue una figura extraordinariamente importante en la profesión", dijo Poole. Friedman consideraba que llevar una política monetaria estable y predecible era la mejor garantía contra la excesiva fluctuación en el nivel general de precios y en el nivel de la actividad económica.
En 1976, sus años de enseñanza y cerca de una docena de libros publicados fueron reconocidos con el Premio Nobel de Economía. Sin embargo, el premio estuvo rodeado de controversia. La ceremonia del Nobel en la que participó en Estocolmo provocó una gran asistencia de manifestantes que criticaron los consejos que Friedman dio al gobierno del dictador chileno Augusto Pinochet.
Más tarde, Friedman se convirtió en uno de los economistas más visibles del país gracias a sus trabajos como columnista y editor de la revista Newsweek y frecuentes apariciones televisivas. En 1997 mudó su base de operaciones a California tras convertirse en investigador del Centro Hoover de la Universidad de Stanford.
Su pensamiento
Su teoría de monetarismo, adoptada no sólo por Reagan, sino también por sus antecesores Richard Nixon y Gerald Ford, contradecía la teoría keynesiana que dominaba en Estados Unidos desde los años 30. Fue miembro de la Junta de Asesores de la Economía durante la presidencia de Reagan.
El veterano catedrático de la Universidad de Chicago ideó una forma de pensar y concebir la economía conocida popularmente como la Escuela de Chicago. "Utilizó su mente brillante para defender una visión moral, la visión de una sociedad en la que hombres y mujeres son libres, libres para elegir, pero en la que el gobierno no es tan libre para derogar sus decisiones", dijo el actual presidente norteamericano, George W. Bush, en 2002, en ocasión del 90° cumpleaños de Friedman. "Esa visión ha transformado Estados Unidos y está transformando el mundo."
Friedman defendió una política de crecimiento sostenido y moderado del circulante monetario, se opuso al control de precios y salarios y criticó a la Reserva Federal cuando intentó dirigir la economía. Creyente firme en los principios del economista del siglo XVIII Adam Smith, sostuvo que las libertades individuales deberían regir la política económica.
Fue siempre franco y polémico y sus teorías fueron atacadas por muchos economistas tradicionales, como el catedrático de la Universidad de Harvard John Kenneth Galbraith. En un ensayo titulado ¿Es humano el capitalismo? indicó que "un conjunto de instituciones sociales que insisten en la responsabilidad individual, que tratan al individuo como responsable de sus acciones, llevará a un clima moral más elevado y más deseable".
Friedman reconoció que no existe el "capitalismo puro", pero aclaró que las naciones que acrisolan la libertad deben aspirar a mantener la economía lo más cerca posible de ese ideal.




