Punto de vista. Las lecciones de liderazgo qué se pueden aprender en un museo

Si se busca mejorar la capacidad para resolver problemas, una visita a un museo de arte puede ser de ayuda. La forma en que se observan pinturas, fotografías o esculturas puede brindar las herramientas que ayuden a abordar los dilemas en el trabajo, asegura Amy Herman, autora de Solucionado: Cómo perfeccionar el fino arte de la resolución de problemas..

“Las mejores cosas suceden en la rampa de salida de la zona de confort de cada persona”, sostiene la especialista. “Visitar un museo ayuda a dejar de pensar en las mismas cosas de la misma manera que se lo hace todos los días”.

Herman, que es historiadora del arte y fundadora y presidente de Art of Perception, una organización con sede en Nueva York que realiza cursos de desarrollo profesional para líderes, incluidos los del FBI, la OTAN y Scotland Yard, dice que buscar nuevas situaciones que son diferentes a la vida cotidiana puede dar ayudar a abordar un problema desde otra perspectiva. A continuación tres pasos para visitar un museo en busca de una lección de liderazgo.

Primero hay que observar

El primer paso es ir a una galería (o mirar arte en online) y preguntarse: “¿Qué obras de arte me gustaría llevarme a casa?”, “Tal vez una imagen atrae en particular porque lo recuerda a uno mismo o a alguien que conoces”, dice Herman. “Tal vez se pueda relacionar con la expresión o la edad o el tipo de cuerpo del sujeto. O tal vez simplemente se puede disfrutar de la composición y los colores”.

Un segundo paso es detenerse en la obra que menos gusta y también darse un tiempo para reflexionar. “Hay que tomarse dos minutos completos, configurar el temporizador en el teléfono y estudiar esa imagen”, dice Herman.

Pasar tiempo con el arte, especialmente con obras que no gustan, sirve para sacar a alguien de su zona de confort. Y cómo mirar el arte es un buen ejercicio para pensar en la resolución de problemas. Usar el sentido inherente de observación para caminar y pensar en las cosas. “No hables; solo mira”, dice Herman.

Hacer preguntas

Cuando se está tratando de resolver un problema, no hay que cargar solo el trabajo. También sirve preguntar la opinión de otra personas y tener una nueva perspectiva. Mirando el arte, todos ven algo diferente.

“Puedo poner a dos personas, como dos policías, frente a la misma pintura y preguntarles: ‘Dime lo que ves’”, dice Herman. “Se les ocurrirán versiones completamente diferentes de lo que están viendo, y eso les hace pensar: bueno, si esto está sucediendo aquí frente a la pintura, ¿qué está sucediendo en la escena del crimen? No se trata de señalar lo que uno se está perdiendo; es darse cuenta de que hay más para mirar. Es una nueva perspectiva para pensar en la resolución de problemas”.

Finalmente, leer el título

Una vez que comprenda lo que ve y escuche lo que otros ven, hay que reconciliar las observaciones propias con la información que tenemos de la obra, incluyendo el nombre, el autor y su historia. “La razón por la que no dejo que la gente lea las etiquetas antes de mirar las obras de arte es una forma de sesgo de confirmación”, dice Herman. “Vas a buscar lo que te dice la etiqueta. Y creo que todos tenemos un sentido de observación tan fuerte e inherente que deberías confiar en eso primero y ver qué te dicen tus propias observaciones. Luego vea lo que dice la etiqueta, vea lo que dicen otras personas y cómo puede conciliar eso”.

Pensar en los problemas de la forma en que se ve el arte proporciona una nueva hoja de ruta, que Herman dice que es más importante ahora que nunca. “Todo está roto en este momento”, dice la especialista. “Cuando salgamos definitivamente de esta pandemia, todos vamos a comenzar desde cero. Tenemos que ser capaces de arreglarlo. Este enfoque puede brindar ayuda a las personas y una nueva perspectiva para tratar de hacer eso”.