Lo público versus lo privado, una falsa antinomia
El Estado y las empresas cumplen roles definidos en la sociedad y deben actuar coordinadamente
La pandemia por la que atravesamos saca lo mejor y lo peor de nosotros, los argentinos, como le sucede a toda sociedad que atraviesa una crisis. Y en este contexto surge un debate recurrente en el país. El que tiene que ver con la falsa antinomia de lo público versus lo privado. La Argentina es rica en antinomias: unitarios vs. federales, radicales vs. conservadores, peronistas vs. antiperonistas, kirchneristas vs. antikirchneristas, entre muchas más. A esas se suma la de privatismo vs. estatismo, como una fórmula para resumir la antinomia de sector privado vs. Estado.
El Presidente llama miserables a los empresarios y estos últimos se defienden, algunos respondiendo en el mismo nivel y otros, reclamando a los políticos que estén a la altura de las circunstancias. Esta es una discusión que, como sociedad, debemos superar. No existe esta antinomia, porque el sector privado es clave para el desarrollo de cualquier país.
El sociólogo Manuel Mora y Araujo estudió durante años la opinión de la gente en relación a la preferencia entre privatismo (empresas privadas) y estatismo (empresas estatales). Con escasas fluctuaciones en el tiempo, la gente se inclina sobre el estatismo en desmedro del privatismo. Esto no quiere decir que los ciudadanos/consumidores no tengan una buena imagen de las empresas ni que dejen de apreciar sus servicios. Lo que se plantea es que existe una situación de desconfianza hacia las empresas (cuanto más grandes, más desconfianza) y reclaman que el Estado intervenga, ya sea con un servicio estatal o a través de regulaciones.
El kirchnerismo hizo en 2003 hizo una buena lectura de esta situación y desarrolló lo que llamo la "teoría del tercero imparcial": el Gobierno se ubica en un lugar desde el cual dice proteger al ciudadano/consumidor del supuesto abuso de las grandes empresas. Con Néstor Kirchner presenciamos muchos de estos procesos, porque es una teoría que robustece la imagen de los políticos ante la opinión pública.
Esta antinomia es un juego de suma cero. El sector privado es un jugador clave en el desarrollo de un país, porque genera valor para la sociedad, empleo, desarrollos tecnológicos que cambian nuestras vidas para bien, y además, paga impuestos. Y el Estado debe establecer las reglas de juego para que el sector privado se desarrolle y genere riqueza para el país.
Es oportuno este debate para preguntarse por qué los ciudadanos/consumidores no tienen una buena opinión de las empresas. Creo que en términos generales, con claras excepciones, las empresas en la Argentina (porque esto no pasa en la región) no han sabido comunicar en forma clara su rol social, y todo espacio vacío tiende a llenarse. Ya lo dijo Winston Churchill: "Muchos miran al empresario como el lobo al que hay que abatir; otros lo miran como la vaca a la que hay que ordeñar; pero muy pocos lo miran como el caballo que tira del carro".
Desde la agencia de investigaciones de mercado Quiddity hicimos una encuesta preguntando a la gente quién debe hacerse responsable de la reactivación económica pospandemia, y un 68% respondió que es una tarea conjunta entre el Estado y las empresas. En esta respuesta podemos ver que la sociedad quiere dejar de lado la antinomia Estado vs. privados.
En el mundo ya venía desarrollándose un debate sobre el lugar que debe ocupar la empresa en la sociedad, repensando el capitalismo y su impacto en la gente. La pandemia del coronavirus va a profundizar este debate. Espero que el trabajo conjunto que están llevando a cabo los gobiernos con las empresas sea el primer paso para terminar de una vez por todas con una falsa antinomia.
El autor es licenciado en Ciencias Políticas y presidente de Agora Public Affairs