Pensadas para el uso familiar
Las computadoras que propone el Plan Mi PC anunciado ayer por el Gobierno no son de última generación. Pero tampoco son chatarra obsoleta ni mucho menos. Para quienes siguen el ritmo de un mercado tan dinámico como el de la informática, son equipos que están en un rango medio. Es posible obtener opciones mejores, claro, si se tiene el dinero en efectivo para comprar el equipo.
En lo estrictamente técnico, las máquinas, tal como se listaron ayer las especificaciones, tienen la capacidad suficiente para cumplir sin ningún tipo de problemas las tareas más comunes de un equipo dirigido a un entorno familiar: navegar por la Web, enviar y recibir correo electrónico, chatear con amigos, cumplir tareas escolares, escribir documentos de texto, elaborar planillas de cálculo, ver fotografías o escuchar música digital en formato MP3.
Para lo que no sirven estos equipos es para videojuegos avanzados, por ejemplo, o para hacer diseño en un estudio de arquitectura.
En lo posible, habría que apuntar al equipo más caro de los dos ofrecidos, ya que tiene un procesador más poderoso y el doble de memoria RAM, un componente vital para que la computadora resuelva las tareas que se le encomiendan con agilidad suficiente. Si el bolsillo sólo alcanza para el primer equipo, siempre habrá tiempo para invertir unos 120 pesos para ampliar la memoria de la computadora y llevarla de 128 a 256 megabytes de RAM.
En lo que respecta al sistema operativo y los programas incluidos, la elección es intachable. Pero hay un costo encubierto en el antivirus, una herramienta fundamental en una PC moderna: el elegido es de excelente calidad, pero después de un año habrá que pagar para que siga protegiendo la computadora o cambiarlo.
También hay que tener en cuenta que se están adquiriendo componentes que van a resultar anticuados dentro de un par de años, lo que dificultará encontrar partes de recambio si alguna falla.
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