Perfil bajo: los beneficios de ser introvertido en el trabajo
Las personas más tímidas aportan habilidades especiales, como escuchar mejor, crear vínculos y un liderazgo más empático
En una empresa de consumo masivo me comentaban que en el proceso de selección utilizaban un test de personalidad y que tenían preferencias por las personalidades extrovertidas. "Nos gusta la gente extrovertida, aquellos que no tienen miedo de salir a colaborar con los clientes y confrontar a los proveedores". Definitivamente esta empresa está liderada por extrovertidos que equivocan el significado y valor de la diversidad de personalidades en la organización. Si las organizaciones fueran como la empresa de consumo masivo antes mencionada, ¿qué lugar tendrían los introvertidos? Probablemente el depósito, así no los ve nadie.
Hay una concepción equivocada respecto de los introvertidos como personas antisociales, poco amigables y solitarias. Sin embargo, la gente introvertida puede ser más que beneficiosa en una organización. Mientras que el extrovertido recarga su energía con el mundo exterior, el introvertido lo hace pasando tiempo solo o sola. Es la forma que tiene de recargar sus baterías. Entonces, ¿cuáles son los beneficios que aportan los introvertidos a las organizaciones?
1- Escuchan mejor: Esto se explica porque la persona introvertida procesa internamente la información. Son personas ideales para lograr escuchar atenta y empáticamente. Los extremadamente extrovertidos pueden enloquecer a un introvertido en una conversación ya que van cambiando de tema y acaparando la conversación hasta lograr enmudecer al introvertido. ¿Conducta egoísta? No necesariamente. Es que el extrovertido construye en la interacción, no en su interior.
2- Piensa, luego habla: Además de escuchar más, el introvertido se toma su tiempo para elaborar sus ideas. Esto hace que las presentaciones de ellos o ellas suelan ser más profundas, preparadas y, probablemente, con abundancia de datos. Sin embargo, cuando el introvertido se enfrenta a reuniones directivas con colegas, probablemente no la pase tan bien. Y en particular cuando las reuniones son tensas y álgidas, donde el debate está a flor de piel. Ese es el ámbito del extrovertido, que sacará toda su verborragia frente al conflicto. Si el introvertido supone que la reunión será difícil, lo mejor es hablar o presentar primero para disparar el debate y luego, cual general en las batallas, mirar cómo comienza el proceso de destrucción. Los introvertidos son especialmente buenos observadores. Como un mentalista, tienen la capacidad de "leer" qué sucede en el ambiente, entender en qué proceso está su interlocutor y el lenguaje del cuerpo.
3-Construyen networks valiosas: No le pidamos a un introvertido que disfrute eventos sociales donde la idea es tener conversaciones insignificantes y vacías con mucha gente. La preferencia del introvertido es generar conexiones más valiosas y profundas que sean sustentables en el tiempo. Esto le permitirá armar una red acotada, pero importante para cuando dichas conexiones sean de utilidad.
4-Lideran desde el centro: A diferencia de los líderes extrovertidos que son más visibles (porque les gusta o por necesidad), los líderes introvertidos no sienten la necesidad de las luminarias que la posición les otorga. Suelen ser líderes que lideran desde el medio, achicando la brecha entre líder y colaboradores. Para esto, enfatizan los éxitos del equipo y trabajos por sobre las fortalezas del mismo.
Los líderes introvertidos son hábiles mentores de sus colaboradores, así como buenos gestionando talento, ya que tienen la capacidad de entender con mayor profundidad a quién tienen enfrente. Son líderes que pueden dar buen feedback si logran interesarse en la persona que tienen enfrente.
Problemas de liderazgo de los introvertidos versus los extrovertidos: ¿Qué podemos esperar de un mal jefe introvertido?; ¿y de un extrovertido? Los malos jefes extrovertidos pueden ser bestiales. Y cuanto más extrovertido más bestial. Este es un jefe resultadista, que genera estrés y puentea a la gente, además de tratarla mal.
Pero cuidado, el mal jefe introvertido es peligrosísimo ya que puede presentarse en formas sutiles pero mortales. La más evidente es la del jefe que es de "madera emocional", aquel que no supo o no pudo usar sus capacidades y las competencias que le otorga la introspección para acercarse a las personas.
Pero los malos líderes introvertidos más peligrosos se presentan disfrazados como corderos para luego entrar al gallinero y eliminar a las batarazas. Son los psicópatas y maquiavélicos, a quienes los caracteriza la falta de empatía y la necesidad de poder. Harán todo lo posible para conseguir lo que quieran, pero desde las sombras.
Desmitifiquemos la dicotomía de extrovertidos versus introvertidos. La calidad del líder pasa por otros lugares que van más allá de su personalidad.
El autor es PhD y profesor de la Escuela de Negocios de la UTDT