El designado titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Armando Caro Figueroa, descartó ayer que el ministro Domingo Cavallo impulse la privatización del organismo y sostuvo que buscará su autarquía.
“Vamos a encarar el proyecto de autarquía o autonomía funcional de la AFIP, porque hay que separarla de los vaivenes económicos, políticos y de las acciones de lobby”, dijo.
Después, descartó de plano la tercerización del cobro impositivo al señalar que “eso será sólo cuando Acción por la República gane las elecciones con el 50% de los votos, lo cual, como todo el mundo sabe, es improbable”, se rió.
Para asegurarse un comienzo de gestión sin sobresaltos, el funcionario se reunirá mañana con los representantes sindicales de los empleados del organismo, con quienes tratará de limar asperezas para conseguir una mayor eficiencia en la gestión de la Aduana y la DGI.
“La lucha contra el fraude no puede resultar exitosa si existen conflictos laborales. Por eso nos vamos a reunir para atender algunos de sus reclamos, que son legítimos”, señaló.
Recién se prevé que para el fin de semana se conozcan los nombres de quienes lo secundarán en las dos direcciones clave, como la Aduana y la DGI. “Se va a resolver entre el viernes y el domingo, cuando Cavallo vuelva de Washington (donde anoche participó de la cena de despedida de Stanley Fischer, subdirector del FMI)”, dijo ayer un colaborador del ex vicejefe de Gabinete.
Entretanto, en el Ministerio de Economía daban por descontada la llegada a la AFIP de Osvaldo Giordano, actual director ejecutivo de la fundación cavallista Novum Millenium. “Sí, Giordano va seguro, pero todavía no se sabe quién más. Hay que ver a quién convoca el ministro”, dijo una fuente de Hacienda.
De este modo, el cavallismo acomoda sus fichas en el estratégico ente y supedita su éxito a que “con la informática, la capacidad política y la organización, terminaremos con quienes hicieron de la evasión una práctica”.
