Proyectan crear 5000 empleos este año: el cambio de escenario del sector estrella

El desarrollo del software es uno de los sectores estrella de los últimos años, pero no quedó exento del cambio de escenario de la macro argentina y del sacudón que viven hoy las grandes tecnológicas del mundo. Desde los ajustes en el dólar y la brecha cambiaria hasta el incremento de los costos y la caída en la demanda de algunos mercados, la industria reconfigura sus perspectivas para el nuevo contexto, sin perder las proyecciones de generación de empleo.

Si bien en el sector proyectan que este año habrá una creación neta de entre 5000 y 8000 puestos de trabajo, crecen los despidos y se desploma la rotación, dos variables que dan cuenta del impacto del ajuste sobre esta industria.

Uno de los puntos que ubican al sector del software entre los codiciados por jóvenes empleados se vincula con la cuestión salarial, que contrasta con la media del empleo en el país, con estancamiento o caída del poder adquisitivo en meses de aceleración inflacionaria.

Según los últimos datos de la Cessi, el aumento salarial del sector en el último año fue del 246%, frente a una inflación del 211%, según el Indec. La mediana salarial en esta industria, según la cámara con datos de enero (últimos disponibles), fue de $1,2 millones, con un estimado de $1,65 millones para marzo.

Son ingresos que ubican a los trabajadores del sector en el pico de la pirámide del país, que vivió el año pasado un deterioro del poder adquisitivo: según el Indec, los salarios del sector privado registrado tuvieron en promedio un incremento del 165,8%, casi 100 puntos menos que la recomposición del rubro del software. La tendencia negativa, a su vez, se profundizó en los primeros meses de 2024, de la mano de la aceleración inflacionaria y la caída en el nivel de actividad.

“Hay una característica que tiene el sector del software, y es que una persona que ingresa a una empresa tiene rápidamente la posibilidad de crecer y duplicar su salario en un año”, dijo a LA NACION Pablo Fiuza, fundador y CEO de la firma Qservices y presidente de Cessi, sobre la dinámica laboral y formación interna de las empresas, y el entorno cambiante de las compañías del rubro.

Existe un indicador, sin embargo, que refleja un cambio de tendencia en el rubro que supo ser estrella en el país y generar, a su vez, tensiones entre las empresas locales y el mercado externo. Es que la brecha cambiaria, que en 2023 llegó a superar el 140%, generaba un especial atractivo entre trabajadores argentinos: adoptar la modalidad freelance, prestar servicios para firmas o clientes del exterior, cobrar por su trabajo en dólares y ahorrar ese dinero o ingresarlo al país al tipo de cambio paralelo.

Para las empresas argentinas, el desafío de cómo competir con otros mercados se volvía cada vez más complejo, con muchas de ellas ofreciendo beneficios adicionales o pagando parcial o completamente el salario de sus empleados en dólares. No obstante, esa competencia y abundancia de oportunidades laborales se traducía en una rotación de empleados superior al 40% hace dos años, según se desprendía de las encuestas que elabora Cessi.

Pero la dinámica cambió sustancialmente este año, con un desplome de la rotación de trabajadores a la mitad de 2022 (21%), el piso para esta variable desde que lo releva la cámara del sector. Detrás de esta caída se combinan diversos factores locales y externos.

Por el desplome de la brecha cambiaria y el contexto de las grandes tecnológicas globales, con recorte de fondos, despidos y menos contratos, muchos argentinos dejaron de ver tan atractivo el trabajo para el exterior. A su vez, el escenario macro interno, con aceleración inflacionaria y caída de la actividad, llevó a muchos desarrolladores, ingenieros y programadores a resignar búsquedas o cambios de empresas y elegir más estabilidad o previsibilidad en su ambiente laboral.

“Lo que vemos es que hay más trabajadores que volvieron al mercado”, confirma Fiuza, al advertir que se reinsertaron en el circuito local de programadores y especialistas de otras ramas del software que hasta hace algunos meses se dedicaban exclusivamente para trabajar desde la Argentina al exterior.

Otro dato significativo que grafica el nuevo escenario tras el boom de los últimos años es el incremento de 3% al 6% en la tasa de despidos de firmas del sector, asociado a incrementos de costos y menor actividad en los primeros meses del año. Es que aun con el atractivo del negocio de exportación y cobrar en dólares por servicios y productos de software, en Cessi estiman que el 80% de la producción local se destina a cubrir demanda interna. Entre los principales clientes se encuentran los bancos y entidades financieras y las firmas del sector energético, con fuerte foco en sistemas de seguridad y gestión de datos.

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