En cuatro meses se duplicó el peso de las tarifas en el ingreso de las familias

En los últimos años, la gestión anterior recurrió al atraso en las tarifas de los servicios públicos para aumentar de manera indirecta el poder adquisitivo de los ciudadanos del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA): se decidió dar aumentos menores a la inflación en el gas, la electricidad, el agua y el transporte público, a costa de subir el gasto en subsidios y, consecuentemente, empeorar el déficit fiscal. Ahora, el Gobierno decidió en los primeros cinco meses de gestión recomponer rápidamente parte del costo de estos servicios y avanzar en regularizar los precios relativos para lograr el objetivo de equilibrio financiero este año.

De esta manera, aumentó el boleto de colectivo en el AMBA alrededor de 410%, desde una tarifa mínima de $52,96 en diciembre a $270 en febrero. También aplicó una fuerte quita de subsidios a la electricidad y gas, y recompuso las tarifas a las empresas distribuidoras y transportistas de esos servicios. El último anuncio fue la suba de 209% en la boleta de AySA, para el servicio de agua, en un esquema que impactó directamente en el bolsillo de los hogares.

De esta manera, una canasta de servicios públicos del AMBA, que incluye el consumo de energía eléctrica, gas natural, agua potable y transporte público, pasó de costar $30.1000 en diciembre a $102.779 este mes, según el análisis que hace el Observatorio de Tarifas y Subsidios en el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet.

Se trata de un aumento de 241% en apenas cuatro meses, que va en la dirección contraria de la dinámica de los salarios, que pierden poder adquisitivo debido a la aceleración inflacionaria. De hecho, según el IIEP, la canasta de servicios públicos del AMBA pasó de representar el 6% de un salario promedio de un empleado formal al 13% este mes.

Para hacer los cálculos, el IIEP tomó en cuenta el consumo estacional típico de cada mes, que varía según la temperatura en el caso del gas y la electricidad. Por ejemplo, consideró un aumento de 74% en el costo de las boletas de luz de un usuario de altos ingresos (N1), menos a la suba anunciada, ya que el consumo de electricidad en abril es mucho menor al de diciembre, cuando están los picos de calor. El hogar pasó de pagar $12.441 en diciembre a $21.675, este mes.

En gas hubo aumentos más importantes, pese a que la estacionalidad del consumo de diciembre no es distinta a la de abril. De hecho, se estimó una suba de 561% entre diciembre y abril, ya que un usuario residencial promedio pasó de pagar $2958 a $19.567. “La particularidad del gas es que además aumentó mucho el cargo fijo, hay un piso muy alto, independientemente de las cantidades”, explica Julián Rojo, economista del IIEP y especialista en temas de energía.

Para realizar el cálculo de lo que se destina al transporte, se estimó el gasto de dos adultos, que van a trabajar en colectivo, y el de un menor en edad escolar. “Se tomó en cuenta alrededor de 60 boletos por adulto y 16 del menor, para un trayecto del segundo tramo (de 3 a 6 km), que cuesta $301 y que es el más representativo″, dice Rojo. En este caso, el gasto en transporte aumentó 410%, de $8024 a $40.906.

Por último, una factura de agua de un hogar medio de la Ciudad de Buenos Aires (un departamento chico de tres ambientes), pasó de valer $6677 a $20.631 (209%).

Para calcular los ingresos, se tomó en cuenta el salario promedio de un empleo registrado (Ripte), que pasó de $484.298 en diciembre a $619.007 en febrero (último dato oficial). El IIEP estimó el valor para marzo y abril, sobre la base de los aumentos promedio de los últimos tres meses. Por lo tanto, en abril sería $762.679, una suba de 55% desde diciembre.

Teniendo en cuenta estos valores, en abril, un hogar promedio del AMBA gasta $102.779 en cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua potable en el hogar, equivalente al 13% del ingreso, cuando en diciembre era menos de la mitad (6%).

De este total, en abril, se destina un 40% a gasto en transporte, un 20% a agua, 19% a gas natural y 21% a energía eléctrica. Estos porcentajes van a variar a lo largo del año, según el consumo de cada servicio (en invierno, impactará más el costo de las boletas de gas, por ejemplo).

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