Tras conocerse el dato de inflación de enero, el Banco Central define una nueva suba de tasas
El mercado cree que las volvería a aumentar 2 puntos, con lo que quedarían al 42% y 41% nominal anual para las Leliqs y los plazos fijos minoristas en pesos, respectivamente

Las autoridades del Banco Central (BCRA) definirán en las próximas horas el nuevo ajuste al alza que aplicarán a las tasas de interés referenciales de la economía, tras quedar oficializado hoy un nuevo, esperable y preocupante dato de la inflación en enero (3,9% a nivel general), y luego de conocerse día a día señales que indican que mantendría este mes un ritmo similar del aumento costo de vida.
La decisión al respecto, según pudo confirmar LA NACION, ya está tomada y sólo resta establecer la magnitud del segundo reajuste al alza de esa variable que la entidad dispondrá en 40 días y se definiría este jueves, en la tradicional reunión semanal de directorio.
La mayor parte de los analistas estiman que fijará un aumento de dos puntos tanto en la tasa de referencia (la que paga por las Leliq, que pasaría del 40% al 42%), como en la mínima regulada para los depósitos en pesos a plazo fijo minoristas (quedaría en 41% anual).
De esta manera, buscaría ir cerrando algo más la brecha de 6 a 12 puntos (según se tome la tasa anual nominal o la efectiva) que se había abierto con la inflación general durante 2021, dado que para el presente año el mercado -según el REM del propio BCRA- espera un aumento promedio del costo de vida que vaya del 55% al 57,9% anual.
Claro que esto dispararía otro reacomodamiento de las tasas activas (la que se pagan por préstamos) que ya vienen de subir el mes pasado del 43% al 49% anual en el caso del financiamiento de saldos por consumos con tarjetas de crédito.
“Para quedar en tablas con el costo de vida, la tasa de política monetaria debería ser de al menos 48% TNA, unos 800 puntos básicos más que hoy”, grafica el economista Nery Persichini, de la consultora GMA.
La nueva suba se definirá siguiendo el compromiso asumido ante el FMI. De hecho, fue la decisión oficial de ir hacia un entendimiento la que terminó con la pasividad que la entidad monetaria había mostrado al respecto desde el comienzo de la administración Fernández, repitiendo una vieja y remanida estrategia de anteriores gestiones kirchneristas, e incluso plasmado en sus objetivos de política para 2022, un documento difundido a fin de 2021, en el que incluyó “fijar el sendero de la tasa de interés de política de manera de ir de retornos reales negativos a positivos”.
Vale recordar que la actual conducción del BCRA se había caracterizado por bajar las tasas: lo hizo siete veces en tiempos de la gestión Pesce, para reducirlas del 63% al 40% nominal anual en procura de marcar una diferencia con la política de tasas que caracterizó a la gestión Macri.
Claro que luego ni siquiera las readecuó cuando el IPC llegó a orillar el 5% mensual, en marzo del año pasado, ni a pesar de proclamar en sus documentos que buscaba “alentar” el ahorro en pesos.
La definición de la magnitud de la suba no sólo tendrá en consideración el IPC de enero, sino además el costo cuasifiscal que le agregará presión a un BCRA que ya carga con una muy pesada deuda remunerada, que orilla los $4,7 billones y lo obligó a pagar unos $1,34 billones en intereses durante el año pasado, y el impacto que podría tener sobre la definición del ritmo de ajuste que aplique de aquí en más al tipo de cambio.
BCRA efectuó las subastas de Leliqs a 28 y 183 días de plazo. El monto adjudicado para el plazo de 28 días fue de $ VN 559.240 mm a una tasa máxima de 40,00% .
— Leonardo Svirsky (@svirskyleo) February 15, 2022
Contracción: $ 8.577 mm
Para el plazo de 183 días fue de $ VN 2.100 mm a una tasa de 44,00%.
“Por cada 100 puntos básicos que suba la tasa, le crece en más de $40.000 millones la factura de intereses por año”, explica el consultor y economista Fernando Marull. “Pero es un costo que bien puede compensar ajustando el crawilng peg, ya que cada $1 que sube el dólar oficial, los ingresos le suben en unos $100.000 millones de letras Intransferibles que tiene anotadas en su activo. Es deuda de mala calidad, pero que para estos fines contables le sirve y mucho”, acota.
El juego de equilibrio que está obligado a seguir el BCRA, teniendo en cuenta su muy débil posición de reservas y patrimonial, debe considerar además el impacto que el acelerado cambio de composición en sus pasivos remunerados tendrá de acá en más.
“Los pases pasivos, que se habían expandido durante todo 2021, llegando a representar casi 60% de la deuda, y abaratando el costo de esterilización, ahora representan alrededor del 20% de ella y, si bien el cambio en la duración de la deuda total tuvo un efecto beneficioso en el corto plazo plazo (los intereses pagados bajaron de $145.000 millones a $116.000 millones de diciembre a enero), no lo tendrá en el largo”, advirtió la consultora Delphos Investment en un informe.
“Si el BCRA hace los deberes absorbiendo la liquidez excedente, vemos un déficit cuasifiscal de alrededor de $2,4 billones (3,4% del PBI), subiendo desde el 3% del PBI de 2021, con pasivos no monetarios por $8 billones a fines de este año. En cambio, en un escenario donde una mayor inflación requiera una suba de la tasa de política monetaria a 45% TNA (55% TEA), el rojo cuasifiscal aumentaría a $2,7 billones (3,7% del PBI), con un stock de Leliq y pases pasivos de $ 8,2 billones en diciembre de 2022″, consignan.
Otras noticias de LA NACION Data
Más leídas de Economía
Minuto a minuto. ¿A cuánto cotizan el dólar oficial y el blue este viernes 29 de septiembre?
Dólar. El blue no frena y alcanza los $800
Jubilaciones de octubre. Cuál es el monto del mes y quiénes reciben bonos
Batakis, su exmarido y la numeróloga. En medio de la polémica, el Banco Nación pagará un bono de $300.000 a cada empleado