Ahora, un camino empinado
Es muy posible que este julio acabe figurando en los libros de historia como el mes en el cual finalizó la bonanza en los precios de las materias primas, la constante durante la mayor parte de lo que va del siglo. El efecto que esta situación tiene sobre decenas de países no es despreciable. En América latina las cosas no pintan bien: el aumento en el producto interno bruto de la región llegaría escasamente al 0,5 por ciento este año. Algunas de esas inquietudes son compartidas en Colombia. Los cuatro renglones principales de nuestras exportaciones se encuentran en la categoría de materias primas: petróleo, carbón, café y oro.
Todos han visto caer sus precios en forma notoria, algo que se manifiesta en una elevación súbita del saldo en rojo en la balanza comercial. El dólar sube de precio aquí y allá, mientras a muchos les queda difícil acostumbrarse a la idea de que la bonanza terminó y de que el camino se ha puesto empinado.
El Tiempo, Colombia