Avance argentino en la lucha contra el cambio climático
Resulta destacable la reciente sanción de la ley que dispone el diseño de políticas para reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales
Ha sido una muy buena noticia la sanción de la ley de presupuestos mínimos de adaptación y mitigación al cambio climático global, cuyos objetivos fueron claramente establecidos: diseñar estrategias y políticas vinculadas al estudio del impacto del cambio climático, la vulnerabilidad y las actividades que puedan garantizar el desarrollo humano y los ecosistemas; promover estrategias de reducción de emisión de gases de efecto invernadero en el país, y reducir la vulnerabilidad humana y de los sistemas naturales ante este irrefutable fenómeno global que ya está presente entre nosotros.
Vale destacar que el proyecto es el producto del esfuerzo y del deseo de múltiples actores que han gestado un texto que reconoce, como fuente, a integrantes de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a la Cámara de Diputados y el Senado, así como a valiosas organizaciones de la sociedad civil.
Se trata de un marcado paso adelante en nuestro país, pues la nueva ley será clave en el tratamiento de esta problemática que precisamente concentra hoy la atención de gobernantes de 197 naciones, en Madrid, donde participan de la Cumbre del clima, conocida como COP25 y organizada por las Naciones Unidas.
Un informe conocido durante ese encuentro da cuenta de que la presente década (2010-2019) está llamada a ser la más cálida jamás registrada. "Solo un puñado de fanáticos niega ya la evidencia del cambio climático", sostuvo allí Pedro Sánchez, presidente en funciones de España.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, apostó a despertar las conciencias dormidas y a dejar de lado las excusas. "Lo que falta es voluntad política frente al cambio climático", afirmó.
Afortunadamente, ha sido esa voluntad la que en nuestro país ha empezado a dar parte de las tantas respuestas que se esperan para encarar soluciones de fondo a semejante crisis climática.
Nuestra flamante ley da también continuidad, y al mismo tiempo otorga fortaleza institucional, al Gabinete Nacional de Cambio Climático, una creación del gobierno de Mauricio Macri digna de elogio. Se trata del mejor reconocimiento a la tarea que llevó a cabo el entonces Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable al devolver a la Argentina a un lugar destacado en el escenario internacional en materia de cambio climático.
Presidido por el jefe de Gabinete de ministros, reúne a las máximas autoridades de las áreas de Ambiente, Energía, Minería, Producción, Agricultura y Ganadería, Industria, Transporte, Desarrollo Social, Relaciones Exteriores, Educación, Deporte, Salud, Ciencia y Tecnología, Interior, Obras Públicas, Vivienda, Trabajo, Economía y Finanzas, Seguridad y Defensa. Sin dudas, el Gabinete Nacional de Cambio Climático, que ya cuenta con cuatro años de gestión, exigió una transformación cultural de todas las autoridades involucradas, una tarea que deberá profundizarse y que implica promover una marcada interdependencia en el modo de tomar decisiones e instrumentar las políticas de Estado. La crisis del planeta exige a todas las autoridades del país una convergencia en el modo de encararla y de tomar medidas para evitar mayores daños.
La flamante ley requiere que todos los organismos del Poder Ejecutivo Nacional aporten la información necesaria para su aplicación; crea el Sistema Nacional de Información sobre Cambio Climático y determina que todos los datos y documentos relacionados con la aplicación de la norma constituyen información pública ambiental, de acuerdo con las leyes que crean el sistema de libre acceso a esa información y los presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, conocida como ley general del ambiente.
La sanción de la ley de presupuestos mínimos de adaptación y mitigación al cambio climático global es un gran paso para integrar la calidad climática a las agendas como una dimensión clave en los niveles de decisión gubernamentales y privados. Una sociedad éticamente más rica debe ser, al mismo tiempo, una sociedad más equitativa y con mejor calidad de vida.
Resulta imprescindible, considerando que los representantes de todos los sectores de la sociedad han apoyado su aprobación, que esta ley sea acompañada a nivel provincial y municipal con instrumentos similares de modo de implementar políticas auténticas y consecuentes con una norma de presupuestos mínimos. Es una herramienta que colabora para que la Argentina cuente con un deseable y necesario crecimiento económico sustentable y, al mismo tiempo, reduzca los riesgos del cambio climático.
Tal vez la creación del Gabinete Nacional de Cambio Climático, junto a la reciente publicación del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, sean dos de los legados más destacables, en materia ambiental de la gestión que termina. Sería deseable que el nuevo gobierno sostuviera esta política y la profundizara. Tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para no llegar al "punto de no retorno", que ya está peligrosamente cerca, según denunciaron Guterres y varias instituciones y ONG.