Ayudas que se agigantan
Dos organizaciones de la sociedad civil han lanzado una elogiable campaña para concientizar sobre el valor que tienen las donaciones
Mucho se insiste en que la mejor ayuda es aquella que se organiza pues permite sostener las buenas acciones en el tiempo y ganar eficiencia en su impacto. Desgraciadamente, el acto de donar es, entre nosotros, algo ocasional, generalmente asociado con algo puntual como una emergencia climática, por ejemplo; en otras palabras, una reacción casi espasmódica. Tampoco es un fenómeno muy extendido toda vez que solo el 13% de los argentinos es donante.
La tendencia mayormente instalada se funda en una mirada asistencialista que muchas veces prioriza las donaciones en especies y soslaya el valor de los aportes en dinero, especialmente si estos pueden tener una periodicidad mensual.
Dos entidades, la Asociación de Ejecutivos en Desarrollo de Recursos para Organizaciones Sociales (Aedros) y la Fundación Noble, impulsan por sexta vez una campaña de alcance nacional para concientizar sobre el valor de introducir cambios en los hábitos a la hora de donar.
Es sabido que el vasto universo de las organizaciones de la sociedad civil desempeña un papel sumamente relevante ligado a la variedad de misiones que llevan adelante y a las soluciones que ofrecen a la sociedad. Conseguir que las causas que apoyan sean sostenibles, además de transparentes, es clave. Por tal motivo, han surgido también profesionales dedicados específicamente a encontrar formas creativas de generar fondos. No habrá recursos si no hay una generosa capacidad de donar, pero está claro que con eso no basta.
A través de spots radiales y televisivos, avisos gráficos y presencia en redes, la campaña alienta a repensar el concepto de donar. Meditar-tranquiliza, subir-eleva, comer-alimenta, esperar-aburre son algunas de las proposiciones que se plantean como ejemplo de obviedades, reafirmando que, por lo mismo, "donar ayuda".
Muchas veces nos cuesta imaginar las enormes implicancias que comprometer una pequeña cantidad de dinero de manera fija todos los meses puede encerrar a la hora de planificar y sostener las buenas acciones. Vivimos tiempos difíciles. Muchos compatriotas encuentran graves dificultades a la hora de cubrir necesidades básicas, ni hablar de tantas otras. En el diario trajín, un corazón generoso puede conmoverse una vez y hacer una contribución. Por pequeña que sea, si pautamos una ayuda económica mensual el impacto se agiganta y la generosidad transita por un camino que no dependerá de que volvamos a acordarnos.
No dudemos. Elijamos una ONG cuya labor apreciemos. Es tan simple como hacer un clic, de esos que repetimos tantas veces al día en nuestros dispositivos móviles sin mayores repercusiones y que en el sitio https://donarayuda.org/#listado puede servir para cambiar positivamente la vida de muchos.