El impacto de las redes sociales
En un libro, las academias nacionales indagan el fenómeno del crecimiento del uso científico, profesional y social de las nuevas herramientas comunicativas
Con la presentación del libro Redes sociales, educación y valores, culminó el viernes pasado el trabajo conjunto encarado por 15 academias nacionales durante 2019. Se concretó así el VIII Encuentro Interacadémico a partir de una iniciativa del doctor Fortunato Benaim, académico de Medicina.
El vertiginoso aumento en el uso de las redes sociales ha seguido al avance tecnológico aplicado a los teléfonos celulares inteligentes y el acceso a estos por una elevada proporción de la población. Ya en la Argentina hay más celulares que habitantes y la mayor parte de ellos reciben internet y toda la gama de plataformas de comunicación. Es notable observar en cualquier ambiente de espera o tranquilidad la atención puesta sobre sus celulares por casi todos los presentes.
Este mismo crecimiento en el uso de las redes se verifica en centros de investigación, institutos educativos y en cualquier actividad que requiera intercambio de información. El conocimiento científico y cultural está hoy al alcance de quien quiera indagar sobre él, con solo acceder a internet. El empleo de buscadores facilita la tarea y la simplifica. El problema no es disponer de información, sino procesar su enorme volumen. En la jerga especializada es el big data, con sus algoritmos de procesamiento orientados a fines específicos; por ejemplo, su comercialización a partidos políticos o consultoras de mercado.
En el tratamiento académico del tema se puso atención en las falsedades incorporadas a la red como si fueran verdades y con finalidades espurias. Es lo que se conoce como fake news. Su control no solo es difícil, sino que además puede atentar contra el uso eficiente de las redes. Estos temas están bien tratados en el libro que se presentó en el VIII Encuentro Interacadémico, en el cual se expuso con amplitud y profundidad el análisis efectuado por las 15 academias con los distintos enfoques propios de cada disciplina. Participaron tanto las que están orientadas a las ciencias duras como las referidas a las ciencias sociales. Se incluyó, entre otros, un análisis de las posibles consecuencias psíquicas y afectivas debidas a la adicción en el uso de internet, que se observa con mayor intensidad en los jóvenes y en los niños.
Si es difícil describir lo que ocurre hoy, mucho más lo es proyectarlo hacia el futuro. Las academias han intentado ambas cosas.