Espacios cardioprotegidos
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Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en la Argentina. Se calculan más de 40.000 casos de muerte súbita al año, con un 70% que se producen fuera de los hospitales. Cuando ocurren en lugares públicos y privados de acceso público deberían poder ser tratadas sin demora, aumentando las probabilidades de supervivencia de los afectados.
Por ley a nivel nacional rige desde 2022 el Sistema de Prevención Integral de Eventos por Muerte Súbita en espacios públicos y privados de acceso público. Fija la obligación de que, cuando en estos la circulación o concentración diaria de público supere las 100.000 personas diarias, haya Desfibriladores Externos Automáticos (DEA), con personal capacitado en su uso y entrenado en maniobras de resucitación, con el fin de reducir la morbimortalidad súbita de origen cardiovascular. Ante un paro cardiorrespiratorio, la desfibrilación dentro de los primeros cinco minutos arroja tasas de supervivencia de entre el 50 y el 70%.
Un hombre de 42 años falleció en un gimnasio de Zona Norte por la falla de un desfibrilador apto. Mario Fitz Maurice, jefe de Arritmias del Hospital Rivadavia, lanzó un pedido en sus redes sociales que va camino a viralizarse. Indignado y apenado por lo ocurrido, advierte sobre estos aparatos cuando son de mala calidad o están descargados, sin batería, en malas condiciones en numerosos gimnasios y espacios deportivos, cuando no directamente ausentes, advirtiendo que no todos están preparados para una emergencia cardíaca que puede terminar en muerte. Ejercicios aeróbicos, trabajo con cargas altas que modifican la redistribución del flujo sanguíneo pueden ocasionar descompensaciones que conduzcan a la temida muerte súbita en personas con patologías subyacentes no diagnosticadas.
A esta altura debería exigirse a supermercados, instituciones educativas, organismos públicos, empresas, terminales de transporte, cines, teatros, canchas de fútbol e infinidad de lugares con alta circulación de personas que cuenten con DEA en óptimas condiciones y señalizaciones acordes. Y debería sumarse la obligación de que su debido funcionamiento sea controlado periódicamente, como ocurre por ejemplo con los matafuegos, aplicando multas a quienes no cumplan con la normativa.
El 16 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP), maniobra de emergencia que consiste en imprimir presión rítmicamente sobre el pecho de quien haya sufrido un paro cardiorrespiratorio para que el oxígeno pueda seguir llegando a sus órganos vitales. Es importante concientizar sobre la importancia de la reanimación y alentar a todos a capacitarse en una sencilla técnica que nos prepara para actuar mientras llega la ayuda médica. El inicio inmediato aumenta hasta en un 40% las probabilidades de supervivencia.
Los DEA y las técnicas de resucitación cardiopulmonar pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte súbita. Promovamos que la cardioprotección esté al alcance de todos.