Fundación Pescar: diez años de compromiso
Cuando una organización como la Fundación Pescar cumple su primera década de existencia, la buena noticia se extiende también a toda la sociedad. El festejo encuentra a esta ONG trabajando, como desde el principio, en la formación para la inclusión de miles de jóvenes en el mundo del trabajo y en la construcción de su proyecto de vida.
Inspirados en la Fundação Projeto Pescar Brasil, los fundadores de Pescar –Edgardo Palmero, Eduardo Novillo Astrada y Silvia Uranga– comenzaron a implementar el proyecto en 2003, con el apoyo de la Asociación Conciencia y la Universidad del Salvador. De a poco, numerosas e importantes empresas se fueron sumando a la red de Centros Pescar y, en 2007, se constituyó la Fundación Pescar Argentina-Educando para el Trabajo, lo que marcó el inicio de una nueva etapa en la organización. El programa consiste en la implementación de centros educativos que brindan formación personal y laboral a jóvenes de escasos recursos para brindarles oportunidades, buscando fomentar en ellos su desarrollo integral para que adopten nuevos hábitos, actitudes de convivencia y de ciudadanía, para que puedan, también, recuperar la "cultura del trabajo", es decir, para combatir la dura realidad comentada también aquí, en el primer editorial de hoy.
Pescar ha participado de numerosas actividades, como el Congreso Internacional de Educación Superior, y desarrollado otros programas, como "Mi futuro, mi trabajo"; a comienzos de este año, se sumó al Programa Formación e Inclusión para el Trabajo, de los ministerios de Educación y Desarrollo Social del gobierno porteño, para crear diversas instancias formativas orientadas a una inserción laboral efectiva.
Muchas veces, en el caso de estas organizaciones de la sociedad civil, son los números los que dan una idea del enorme y fructífero trabajo realizado, la mayoría de las veces en silencio, pero con una eficiencia difícil de igualar. En efecto, esta organización de la sociedad civil puede decir que en estos diez años ha logrado tener más de 1800 beneficiarios: más de 1500 jóvenes que pasaron por el programa en alguno de los 27 centros de capacitación en ocho provincias argentinas; un 70 por ciento de los egresados que ya se encuentran trabajando o estudiando, y también, lo cual es muy importante, Pescar se ha transformado en referente en la incorporación de nuevas tecnologías en los procesos de formación y gestión de programas sociales.
El ejemplo de la Fundación Pescar, como el de otras ONG surgidas también en medio de la crisis económica, política y social de comienzos de 2000, demuestra que un trabajo coherente y sostenido en el tiempo, cimentado en valores como el respeto a la juventud y el amor al trabajo, es absolutamente necesario para construir la Argentina que tanto deseamos.