Generación conectada
La expansión de las aplicaciones de mensajería instantánea, con WhatsApp como destacado actor de ese mercado, ha arrinconado el lenguaje hablado.
El teléfono ha perdido la que ha sido durante más de un siglo su tradicional función, la de facilitar la conversación. Este fenómeno se produce especialmente entre los jóvenes.
Si hay un factor que ha contribuido poderosamente a cambiar la vida de la sociedad es la conectividad. Una sociedad digitalizada tiene más oportunidades laborales o de ocio, y permite abrir espacios para la colaboración y el intercambio de bienes y servicios. Pero conviene alertar también sobre los riesgos que acarrea un exceso de tecnología.
El abuso de las pantallas tecnológicas por parte de los adolescentes puede desembocar en una peligrosa adicción digital.
Es precisamente en las familias con menores rentas donde este peligro se presenta de una manera más nítida, una realidad que debiera llamar a la reflexión sobre la necesidad de un uso prudente de las tecnologías de la comunicación.