La prensa en Guatemala
La detención del periodista José Rubén Zamora, premiado por sus publicaciones sobre corrupción, constituye un flagrante acto contra la libertad de prensa. Al tiempo que se conocía esa noticia, El Periódico, diario fundado por Zamora, comunicó en Twitter que sus cuentas bancarias fueron embargadas a solicitud de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI).
El periodista es acusado por la FECI de un presunto caso de lavado de dinero del que no se conocen detalles. La audiencia que tenía fijada para ofrecer su descargo fue suspendida sin conocerse los motivos. El titular de esa fiscalía es Rafael Curruchiche, quien fue sancionado por el Departamento de Estado de Estados Unidos por obstaculizar la lucha anticorrupción en Guatemala.
Al igual que los dictadores Nicolás Maduro y Daniel Ortega, que acusan sin sustento y cercenan el derecho de defensa y al debido proceso, el abogado que defiende a Zamora indicó que espera tener acceso al expediente del caso pues, de lo contrario, es imposible ejercer una defensa.
El Periódico es uno de los medios que más investigaciones anticorrupción publicó sobre el gobierno de Alejandro Giammattei. Entre ellas, están los supuestos sobornos recibidos por el presidente de manos de ciudadanos rusos a cambio de apoyos y la presunta compra fraudulenta de vacunas contra el Covid-19.
La oposición al gobierno señaló que la detención de Zamora tuvo la intención de generar terror para acallar la disidencia, la crítica, la supervisión ciudadana y a la prensa. Por su parte, la activista de derechos humanos, Eleonora Muralles, expresó que se trata de un plan orquestado, que ahora no persigue a corruptos, sino a opositores y que la estrategia es cooptar todo el sistema y tener jueces con serios señalamientos a su imparcialidad para poder armar pruebas y casos contra opositores al régimen de Giammattei.
La plena vigencia de la libertad de expresión constituye un grave escollo para aquellos proyectos políticos con tintes hegemónicos y autoritarios que no dan espacio al disenso y a la sana confrontación de ideas. La detención del periodista Zamora dispuesta por el gobierno autoritario de Giammattei es un claro ejemplo de tristes procederes que se extienden en América Latina.
LA NACION