Netanyahu exige clemencia, pero no pide perdón
Numerosos ciudadanos israelíes reclaman coherencia y una investigación exhaustiva sobre los hechos que desataron la guerra más larga en la historia del país
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Días atrás el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, entregó una carta al presidente de su país, Isaac Herzog, pidiendo un perdón presidencial por un juicio en su contra que ya lleva seis años y en el que está implicado por graves delitos. Entre ellos, se lo acusa de haber presionado a medios de comunicación para que difundieran información favorable a su gobierno.
Netanyahu se ha convertido en el primer ministro en ser imputado judicialmente en la historia de Israel. La más grave de las investigaciones judiciales que se le siguen es la llamada “caso 4000”, en la que se lo acusa de haber cometido soborno, fraude y haber violado la confianza por impulsar regulaciones que beneficiaron al accionista mayoritario del grupo Bezeq, Shaul Elovitch, a cambio de una cobertura favorable en el portal Walla.
Su pedido de clemencia se produjo poco después de que el presidente norteamericano, Donald Trump, hiciera lo mismo instando a Herzog a perdonar a Netanyahu basado en sus éxitos militares y señalando que el juicio en su contra es una persecución judicial.
La carta de Netanyahu, de tan solo una carilla, en tanto, evita hacer lo mínimo e indispensable en un pedido de perdón que es reconocer culpas y exhibir contrición. En su escrito, ni siquiera menciona esa palabra, sino que simplemente pide el fin del juicio en su contra y e increíblemente lo encuadra como un acto de generosidad de su parte que permitiría comenzar a sanar heridas en una sociedad altamente dividida por las profundas diferencias ideológicas entre la población.
Insiste el primer ministro en que no ha cometido crimen alguno, al punto de aseverar que un perdón le robaría la posibilidad de demostrar su inocencia en las cortes. Es decir, pretende generar una grosera inversión de roles mostrando su iniciativa no como un sentido pedido de indulgencia, sino como un acto de desprendimiento de su parte en favor de una sociedad menos tironeada por las facciones políticas en pugna.
Sin embargo, no lo perciben así muchísimos ciudadanos israelíes. Como muestra de su creciente hartazgo frente a los procederes y formas de Netanyahu, las calles de Tel Aviv se vieron colmadas hace poco por manifestantes que repudiaron lo que interpretan como su más reciente maniobra para sustraerse al accionar de la Justicia. El indulto, reclamado sin la confesión requerida por ley, provocó un estallido de indignación pública y reavivó la discusión sobre el progresivo deterioro institucional que muchos atribuyen a su tan prolongada como polémica gestión.
Nada puede hacerse sin un mínimo arrepentimiento
Líderes de la oposición también han criticado fuertemente el pedido de perdón al alegar que nada puede hacerse sin un mínimo arrepentimiento. Netanyahu ha dicho que tampoco se sometería a un acuerdo de culpabilidad que le permita una reducción de penas.
Ciertamente, la demanda de una investigación exhaustiva sobre los hechos que desataron la guerra más larga en la historia del Estado de Israel es requerida por la mayoría de la población, más allá de sus preferencias ideológicas y políticas dado que es considerada como una necesidad moral y también como un resguardo para evitar futuros errores de estrategia militar.
Al sostener que implicaría un nuevo ataque en su contra, Netanyahu se ha negado por el momento a la formación de una comisión investigadora independiente que permita comprender las responsabilidades por la masacre del 7 de octubre de 2023, cuando terroristas de Hamas ingresaron en el país y asesinaron a 1200 personas, en su gran mayoría civiles desarmados.
Queda claramente expuesto que la demanda de perdón, planteada como una necesidad para reunificar una sociedad que debe atender muchos frentes tras una extenuante guerra, genera precisamente lo contrario. Ahora el primer ministro seguramente hallará una nueva oportunidad de dividir a los ciudadanos acusando a quienes se oponen a su perdón como faltos de patriotismo y sospechosos de fomentar una persecución motivada en cuestiones personales.
Netanyahu, el primer ministro con más años en el poder en la historia de Israel, tiene una larga lista de iniciativas políticas que han creado profundas divisiones sociales, en particular su intento por modificar el funcionamiento de la Justicia en 2023, ampliamente tildado de “golpe judicial” por prestigiosos juristas y políticos locales.
El primer ministro tampoco mostró señal alguna de que, tras un eventual perdón, se retiraría de la política, como él mismo pidió en ocasión del juicio contra otro primer ministro que debió enfrentar cargos por corrupción en 2008.
Una mayoría de israelíes se opone a un perdón sin admisión de culpa. Según una encuesta reciente de la firma Tatika Research and Media, el 53.2% de los israelíes se manifiesta contrarios al perdón, mientras que un 42.4 lo apoya.
Nadie puede predecir cuáles serán los pasos que seguirá el presidente Herzog, que tiene el poder para perdonar, pero que caería en un acto sin precedentes al absolver a quien no ha manifestado arrepentimiento alguno. Herzog ha expresado en ocasiones que el juicio contra Netanyahu debería terminar con un acuerdo de culpabilidad negociada. Pero tiene hoy la enorme presión del presidente norteamericano sobre sus espaldas para avanzar con el perdón.
Para amplios sectores de la sociedad israelí, la carta de Netanyahu es interpretada como una muestra de alineamiento con el pedido de Trump, lo que supone una interferencia importante en los procesos de independencia judicial del país. En suma, la carta de Netanyahu no parece tener alcances positivos para el futuro inmediato de Israel y su necesidad imperiosa de recomponerse tras la guerra en múltiples frentes que ha debido enfrentar en los últimos dos años.
La actitud de Netanyahu de victimizarse sin asumir culpabilidades remite a numerosos líderes mundiales que desprecian el concepto de deber para con sus gobernados, trocándolo en defensa a ultranza de sus propios intereses.


