Un fallo contra la impunidad
La prisión preventiva dictada al destituido juez Ordoqui, acusado de integrar una asociación ilícita, revela que afortunadamente tiene pares ejemplares
En un Estado de Derecho, a pesar de que en nuestro país son habituales y muchas veces justificados los cuestionamientos al funcionamiento del Poder Judicial, se espera que la figura del juez inspire respeto y demuestre probidad en todo momento. Por tal razón es muy promisorio que se le haya dictado la prisión preventiva, previa destitución, al exmagistrado Martín Ordoqui, acusado de formar parte de una asociación ilícita que beneficiaba a presos a cambio de dinero.
Ordoqui, quien fue juez de la Cámara de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires, formaba parte de la denominada “banda del juez”. César Melazo, exjuez de garantías de la ciudad de La Plata, está siendo investigado como líder de esa banda, que también integraban oficiales y comisarios de la policía bonaerense y un fiscal, junto a referentes de barras bravas del fútbol. Esta banda se dedicaba a asaltar a dirigentes políticos del ámbito provincial que pudieran tener dinero sin declarar.
Melazo debió renunciar a su cargo en junio de 2017, cuando estaba apartado de sus funciones de manera preventiva por decisión del jury de enjuiciamiento abierto en su contra a partir de tres denuncias por mal desempeño y presuntas irregularidades en su juzgado. Además, en abril de 2019, la Cámara Penal de La Plata rechazó su pedido de prisión domiciliaria por considerar que no integraba la población de riesgo por coronavirus, por lo que continuó detenido en el Complejo Penitenciario I de Ezeiza.
En tanto, el juez Federico Guillermo Atencio aceptó el pedido de la fiscal Betina Lacki y dictó la prisión preventiva de Ordoqui, a quien además se le adjudicó responsabilidad en siete hechos de asociación ilícita, tráfico de influencias y dos episodios de cohecho pasivo.
Ordoqui fue detenido el 4 de septiembre último, luego de haber sido destituido como camarista por el Jurado de Enjuiciamiento competente con motivo de haber dictado resoluciones no acordes con la legalidad. Ordoqui se transformó en el magistrado de mayor rango en ser destituido en la historia penal bonaerense.
Es muy importante destacar que existen magistrados y fiscales que dignifican su función, negándose a ser cómplices de hechos de corrupción
El Jurado de Enjuiciamiento sostuvo que correspondía la destitución de Ordoqui por haber incurrido en incumplimiento de deberes de funcionario público, graves irregularidades en los procedimientos a su cargo, realización de actos de parcialidad manifiesta y defección de la buena conducta que exige la Constitución para el desempeño de la magistratura. Ese órgano concluyó que el magistrado acusado recibió dádivas por esas gestiones llevadas a cabo.
Durante la investigación de la denominada “banda del juez”, la fiscal Lacki inició otro expediente contra Ordoqui debido a las irregularidades halladas en el otorgamiento de la prisión domiciliaria a Juan Ariel Heine, quien está siendo juzgado, acusado por usurpación de propiedades y apropiación de campos con el apoyo de un grupo de matones.
A pesar de sus antecedentes, en junio de 2018, Heine pudo dejar la cárcel y gozar del beneficio de la prisión domiciliaria debido a una resolución dictada por el entonces camarista Ordoqui, luego de haber entregado una importante suma de dinero a la secretaria del destituido juez.
A partir del cruce de información, la Justicia encontró pruebas que indicarían que la asociación ilícita de la cual formaba parte Ordoqui estaba integrada por más personas, por lo que se dispusieron procedimientos de prisión preventiva para tres abogados y un empresario del transporte.
Más allá del hecho bochornoso de descubrir jueces que, en lugar de velar por impartir justicia en beneficio de la población, utilizan sus cargos para amparar o llevar a cabo actos delictivos y recibir prebendas, es muy importante destacar que existen también otros fiscales y magistrados que dignifican su función, negándose a ser cómplices de hechos de corrupción y poniendo un firme y ejemplar freno a la impunidad.