Advertencia de la OTAN a Marruecos por Perejil

BRUSELAS.- La OTAN manifestó ayer su apoyo a España en la disputa con Marruecos por la isla Perejil -ubicada en el Mediterráneo- y exigió a Rabat poner fin a la ocupación, pero el gobierno marroquí insistió en que no retirará las tropas que envió a la zona la semana pasada.

Fuentes de la alianza atlántica definieron ayer la iniciativa marroquí como "una acción no amigable emprendida por Marruecos", que va contra el tratado de cooperación bilateral firmado por los dos países en 1991, e insistieron en que "debe restaurarse inmediatamente la situación precedente" a la ocupación de Perejil.

El jueves último, un destacamento militar marroquí invadió el islote deshabitado, bajo soberanía española, situado a menos de 10 kilómetros de la ciudad autónoma de Ceuta y a menos de 200 metros de la costa de Marruecos, y colocó dos banderas de su país. La ocupación fue considerada una provocación por el gobierno español, que mantiene tensas relaciones con Marruecos desde el año pasado por disputas sobre inmigración ilegal, tráfico de drogas y derechos de pesca.

El viernes, la OTAN había declarado por medio de su vocero jefe, Yves Brodeur, que esta organización consideraba que el incidente del islote español de Perejil era "un asunto puramente bilateral".

La isla de Perejil está cubierta, si España puede acreditar su soberanía sobre ella, por el artículo V del Tratado de Washington, que garantiza que todos los aliados defenderán como propio el territorio de uno de los miembros que sea invadido o atacado, indicaron fuentes aliadas.

Un tono más duro

Por su parte, la Comisión Europea advirtió ayer a Marruecos, en un claro endurecimiento de tono desde el viernes último, que sus relaciones con la UE se resentirán si no facilita una solución diplomática rápida a la crisis de Perejil, y exigió el fin inmediato de la ocupación de ese "territorio de la Unión".

"Somos solidarios con nuestros amigos españoles. Se trata de territorio de la Unión", dijo ayer Jonathan Faull, vocero de la presidencia danesa de la UE. "Deseamos que la ocupación (...) termine lo antes posible. Hay conversaciones en curso. Tal y como ya hemos dicho, cuanto más dure, más nefasto puede ser el impacto en las relaciones entre la Unión Europea y Marruecos", agregó Faull.

En los últimos días, España reforzó su presencia militar en la zona, enviando una fragata a Ceuta y dos corbetas a Melilla -los enclaves españoles situados en la costa norafricana, cerca de la frontera con Argelia-, además de helicópteros de transporte Cougar y Chinook y aviones de reconocimiento.

Ayer, el presidente del gobierno español, José María Aznar, reiteró que no aceptará como un "hecho consumado" la ocupación de Perejil y advirtió que es "imprescindible" volver al statu quo anterior a la ocupación de la isla. Además, señaló que se están haciendo "todos los esfuerzos diplomáticos" para "restaurar la legalidad internacional".

Sin embargo, el canciller marroquí, Mohamed Benaissa, dijo que Marruecos "no se retirará por el momento del puesto de observación de la isla de Leila", nombre que los norafricanos dan al islote, que "siempre ha sido una parte integral del territorio marroquí". Además, según Benaissa, ningún documento oficial español hace referencia a la isla como parte de España.