Cede Lula ante la presión de los jefes militares
Prometió cambiar un proyecto para evitar la renuncia de Jobim y de la cúpula de las FF.AA.
BRASILIA.- El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, se comprometió ayer a modificar el proyecto de creación de una Comisión Nacional de la Verdad, dedicada a investigar los crímenes de la última dictadura militar, para evitar una renuncia generalizada de los máximos comandantes de las fuerzas armadas y del ministro de Defensa, Nelson Jobim, según informó la prensa local.
La peor crisis político-militar del gobierno de Lula, que no fue confirmada oficialmente, se había mantenido en secreto hasta ayer. Según los diarios O Globo y O Estado de S. Paulo , las dimisiones fueron presentadas el 22 de este mes, un día después de la presentación del proyecto, y fueron rechazadas por el mandatario, quien prometió a Jobim revisar el texto antes de enviarlo al Congreso.
"Lula no aceptó la solicitud de renuncia [de los militares]. Argumentó que no tenía conocimiento completo del contenido del programa y prometió revisar parte del decreto que generó el descontento", publicó O Globo . La crisis se desató en una reunión en la que Jobim y los comandantes del Ejército, Enzo Peri, y de la Fuerza Aérea, Juniti Saito, decidieron presentar la renuncia por su rechazo al proyecto. Aunque no participó del encuentro, el comandante de la Marina, Julio Moura Neto, apoyó la decisión.
La creación de la Comisión Nacional de la Verdad forma parte del III Programa Nacional de Derechos Humanos, lanzado por Lula para identificar a los responsables de las torturas de casi 20.000 personas y del asesinato de unos 400 opositores políticos de la dictadura militar que gobernó a Brasil entre 1964 y 1985.
Según los diarios locales, el proyecto sobre la comisión fue interpretado por los militares como una iniciativa para intentar derogar la ley de amnistía, en vigor desde 1979, que permitió el regreso de la democracia a Brasil y que favoreció tanto a militares acusados de violaciones de los derechos humanos como a militantes que combatieron la dictadura.
De acuerdo con las versiones periodísticas, los militares consideraron los términos del programa "revanchistas y provocadores", ya que prevén hasta el cambio del nombre de calles y edificaciones bautizadas en homenaje a oficiales del régimen militar.
Pese a que el proyecto no menciona la posible revocación de la ley de amnistía, sí recuerda que el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte del país, está analizando una demanda que pide privar del beneficio a "agentes públicos responsables por la práctica de tortura, homicidio, desaparición forzada, abuso de autoridad, lesiones corporales y violaciones de opositores políticos".
Acuerdo
"Existía un acuerdo [con el gobierno] de que cualquier modificación que afectara la amnistía obligaría a investigar los delitos de los dos lados, pero el proyecto mencionó sólo a los militares", señaló el presidente de la comisión de Defensa del Parlamento, el diputado Raul Jungmann.
"Desde el punto de vista militar, la crisis está solucionada, pero dejará secuelas porque se quebró la confianza [de los militares]", dijo Jungmann. También advirtió que el ministro de Derechos Humanos, Paulo Vannuchi, que elaboró el texto, se resistirá a los cambios que prometió Lula.
Por su parte, el ministro de Justicia, Tarso Genro, que minimizó la crisis, dijo ayer que Lula "resolverá todo cuando regrese" de sus vacaciones. "No hay ningún tipo de alarma. Es un debate normal que venía ocurriendo dentro del gobierno y sobre el cual el presidente dará la palabra final", añadió.