Condit no despejó las dudas sobre la pasante desaparecida
WASHINGTON.- La cadena ABC consiguió la entrevista más buscada del verano en los Estados Unidos y la promocionó con una promesa: "Gary Condit rompe el silencio". Pero en media hora de grabación el congresista evadió todas las preguntas sobre su relación con la pasante Chandra Levy.
Condit aceptó sentarse por primera vez frente a una cámara de televisión cuando ya habían pasado cuatro meses desde que Levy, de 24 años, desapareció en Washington sin dejar rastros.
"Por mi familia, y la familia Levy, no voy a discutir la naturaleza de la relación", dijo una y otra vez Condit, un demócrata de 54 años, casado hace 34 años y con dos hijos, que se transformó en el gran protagonista del verano cuando se descubrió que la pasante desaparecida era su amante.
En el living del rancho que le prestó un amigo, Condit inició con la entrevista -divulgada anteanoche por ABC y que condujo la periodista Connie Chung- una ofensiva de relaciones públicas, que también incluye notas con las revistas People, Vanity Fair y Newsweek.
Condit enfrentó las cámaras con un discurso "precocinado": se notaba que había estudiado sus respuestas, que no quería improvisar ni una frase. Aunque no produjo muchas noticias, la entrevista fue tema obligado de conversación, incluso, para el presidente George W. Bush: "Aquí no se trata de legisladores, se trata de una familia que perdió a una hija, y eso es lo que me preocupa", dijo.
Condit había dado la entrevista para decir que no tiene nada que ver con la desaparición de Levy, que no tiene la menor idea de dónde podría estar y que hizo todo lo posible para ayudar con su investigación. A cambio, sólo estuvo dispuesto a sugerir que habían sido amantes: recurrió al clásico "no soy un hombre perfecto, he cometido errores en mi vida".
La estrategia tenía un problema: sus respuestas evasivas chocaban con la imagen que quería transmitir, la de una persona que no tiene nada para ocultar y que fue un testigo modelo para la policía.
El jefe de policía de Washington, Charles Ramsey, aclaró varias veces que Condit no es sospechoso en el caso, pero también lo acusó de no haber cooperado lo suficiente, porque sólo admitió en la tercera entrevista que Levy había sido su amante.
Poca credibilidad
Condit sugirió que ningún policía le había hecho la pregunta de manera directa. Pero el argumento legalista no lo ayuda a recuperar la credibilidad perdida ante el público.
El estilo evasivo de Condit produjo muchas comparaciones con los esfuerzos de Clinton para ocultar su relación con Monica Lewinsky.
De los analistas que poblaron la televisión para analizar la entrevista, muchos dijeron haber notado un estilo "clintonesco" en el aire. ¿Un ejemplo? Chung le preguntó si algún miembro de su familia sabía de su relación con Levy; Condit contestó que nadie, ni su mujer ni sus hijos, "conocía" a la pasante.
Billy Martin, el abogado de los padres de Chandra Levy, dijo que la familia había quedado perturbada porque quedó con la sensación de que Condit "esconde algo, porque no responde a las preguntas".
Ni los demócratas encontraron mucho margen para defender a uno de los suyos. Richard Gephardt, el líder del bloque que integra Condit en la Cámara de Representantes, dijo: "No creo que haya sido sincero, no escuché franqueza ni un pedido de disculpas".
Gephardt sugirió, incluso, la posibilidad de tomar una acción disciplinaria en contra de Condit: "Tengo que hablar con mis colegas, vamos a tener que tratar este asunto".
El programa más visto del verano
- WASHINGTON (De nuestra corresponsal).- En términos de rating no hubo comparación: la entrevista concedida por Monica Lewinsky para comentar su affaire con Bill Clinton, en 1998, tuvo una audiencia de casi 50 millones; Condit, menos de la mitad. De todas maneras, fue el programa más visto de la televisión de verano. Para sentarse con Chung, Condit impuso como condición que fuera media hora -nada más- y que la cadena ABC emitiera la nota sin ningún corte.
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