Desafiante, Putin deja abierta la puerta al uso de la fuerza en Ucrania
Dijo que una intervención armada sería totalmente legítima; Kerry llevó ayuda financiera a Kiev
KIEV.- La política de los hechos consumados le sienta bien a Vladimir Putin, que luego de fogonear el divorcio de la región de Crimea, prorrusa, del gobierno interino de Ucrania, se mostró confiado en que la península rebelde será un nuevo miembro de la gran familia rusa.
Y corroborando su poderío ante cualquier amenaza occidental, el Kremlin anunció horas después el exitoso lanzamiento de prueba de un misil intercontinental.
En la primera conferencia de prensa desde que estalló la crisis , Putin afirmó que Rusia se reserva el derecho de usar todas las opciones para proteger a sus compatriotas de la región , que están viviendo "aterrorizados", aunque de momento no lo cree necesario. Putin no precisó las razones que suscitarían ese terror, y cuya invocación sin sustento basta para justificar la intervención.
Lo que pasó en Ucrania "fue un golpe inconstitucional y la toma armada del poder", dijo Putin, sobre la caída de Viktor Yanukovich. El ex presidente huyó del país hace diez días, para refugiarse en Rusia, luego de tres meses de protestas en las calles contra su gobierno y de una represión que dejó 80 muertos.
Las regiones de habla rusa entraron en ebullición contra las nuevas autoridades y Crimea fue aun más lejos al declarar su autonomía. "Si tomamos la decisión de utilizar las fuerzas armadas en Ucrania, sería completamente legítimo", agregó Putin, en referencia a que fueron "invitados" por los líderes de Crimea.
Ayer, en el terreno, los miles de efectivos que integran las llamadas milicias de autodefensa de Crimea, ayudadas por los Berkut, las temibles fuerzas antidisturbios que el gobierno de Kiev había desactivado, controlaban todas las entradas y salidas de la península. Más importante aún, comandos sin insignias, pero, según sospechan los expertos, miembros de las fuerzas armadas rusas desplegados por toda la península, mantenían cercadas las bases militares ucranianas.
"Respecto de llevar fuerzas, por ahora no es necesario, pero tal posibilidad existe. Naturalmente, sería como último recurso, el último, absolutamente", dijo Putin.
Putin negó que las tropas rusas estuvieran involucradas en la toma de Crimea, al decir que los soldados sin distintivo eran parte de las "fuerzas locales de autodefensa".
Pero el líder de la región, el primer ministro prorruso Serguei Axionov, que ya se siente triunfante y en la órbita del Kremlin, señaló en cambio que Rusia sí tuvo participación en la captura de la península. "Ya no necesitamos ayuda física", declaró el líder rebelde, al recapitular los hechos de los últimos días.
"La situación se encuentra bajo el control absoluto del gobierno de la república autónoma de Crimea. Nada amenaza la vida de los crimeos. Coordinamos todas nuestras actividades con la flota rusa del Mar Negro. Pero, al día de hoy, ya no necesitamos ayuda física", precisó Axionov, triunfante. "Crimea comienza una nueva vida."
Axionov, cuya legitimidad no reconocen ni Kiev ni las minorías ucraniana y tártara de Crimea, se mostró convencido de que en breve todas las unidades militares se subordinarán a las autoridades locales.
"Me dirijo a los soldados. No se resistan. Subordínense a las leyes vigentes en la República de Crimea. Juraron lealtad a un país que ya no existe. El que deje su puesto será recibido con aplausos. No humillaremos a nadie. Nadie recibirá represalias. Lo garantizo", dijo Axionov.
El próximo paso será, según Axionov, el referéndum de autonomía convocado para el 30 de marzo, que podría adelantarse. Luego deberían decidir la incorporación a la Unión Aduanera liderada por Rusia.
Pero el triunfalismo de Moscú y del nuevo gobierno satélite de Crimea se vio matizado ayer por la agitación diplomática de Occidente, cuyos líderes no dan la península por perdida. Barack Obama anunció un paquete de subsidios a Ucrania por 1000 millones de dólares mientras prepara sanciones contra Rusia. Varios líderes europeos evalúan sanciones a las exportaciones rusas de gas natural, uranio y carbón.
Las sanciones de Estados Unidos serán probablemente similares a las europeas. Y en otra muestra de apoyo al gobierno surgido tras la huida de Yanukovich, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, visitó Kiev y recorrió las calles donde se dieron los choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. Depositó un ramo de rosas rojas y luego se persignó frente a un monumento conmemorativo de las víctimas muertas a balazos.
"Condenamos el acto de agresión de Rusia", declaró Kerry. Y advirtió que Moscú "está buscando crear un pretexto" para invadir Ucrania. "De alguna manera, los líderes rusos son de hecho interventores. Sin embargo, hasta ahora no hay ninguna prueba de las causas que alega Rusia", precisó. Amenazó además a Rusia con un posible "aislamiento diplomático, político y económico" si persiste con su política de "agresión".
Mientras arreciaban las críticas, el Kremlin, insensible a las críticas e inflexible cuando se trata de su área de influencia, dio una nueva muestra de fuerza al mundo al anunciar, anoche, el lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental RS-12M Topol. El lanzamiento, informó un vocero, fue exitoso y se realizó en el polígono de Kapustin, en la región de Astrakhan, cerca del mar Caspio.
Agencias AFP, AP, EFE y Reuters
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