Diez años después, las FARC vuelven hoy a la mesa de diálogo
Empieza un proceso de negociación con el gobierno que continuará en La Habana; Santos se juega su capital político
BOGOTÁ.- Diez años después de que se frustraran las últimas conversaciones de paz en Colombia, el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC empiezan hoy en Oslo una nueva ronda de diálogo, en la que intentarán poner fin al conflicto bélico que agobia al país desde hace casi medio siglo.
Noruega, un país que ha participado en una veintena de procesos de reconciliación y de paz en las dos últimas décadas, es, junto con Cuba, mediador de un nuevo diálogo formal entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), después de los tres intentos frustrados anteriores, el último de ellos celebrado en la localidad de San Vicente del Caguán (1998-2002).
Las delegaciones del gobierno y de la guerrilla se reunirán en un lugar de Oslo, que no ha sido especificado, para cerrar los últimos detalles de la agenda y, pasado mañana, está previsto que hagan pública, en una conferencia de prensa, la instalación definitiva de la mesa de negociaciones. Tras la ronda de contactos en Oslo, las negociaciones seguirán en La Habana, bajo el auspicio del régimen de Raúl Castro. Los gobiernos de Venezuela y Chile también participan como garantes del proceso.
La delegación gubernamental está encabezada por el ex vicepresidente Humberto de la Calle (1994-1998), que cuenta con un gran prestigio como negociador entre la clase política colombiana. Junto a él, Santos conformó un equipo en el que no faltan teóricos del conflicto, como el filósofo Sergio Jaramillo, y militares de la línea más dura, como el general retirado Enrique Mora, mano derecha del ex presidente Álvaro Uribe en la guerra contra las FARC. El general Óscar Naranjo, ex director de la policía de Colombia y responsable de algunos de los golpes más efectivos contra la guerrilla, es otro de los activos del equipo oficial.
Al frente de la delegación guerrillera estará Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", número dos de las FARC, tras Rodrigo Londoño, alias "Timochenko". Iván Márquez vive en Venezuela y lleva más de tres décadas en la lucha armada. El equipo negociador lo completan varios pesos pesados de las FARC, como Rodrigo Granda, alias "Ricardo Téllez", conocido como el canciller de las FARC, y Ricardo Palmera, alias "Santos Trinidad", uno de los principales ideólogos de la guerrilla, que cumple una condena de 60 años de prisión en Estados Unidos.
Según informó ayer el diario El Espectador, empresarios e industriales colombianos ya están estudiando vías para la reinserción laboral de los 8000 guerrilleros que quedan.
Debilitamiento
Muy debilitada militarmente en los últimos años, la guerrilla de las FARC está muy lejos de los más de 20.000 combatientes con que llegó a contar hace una década.
La guerra frontal emprendida por Uribe, las deserciones y las muertes de sus principales líderes ("Tirofijo", "Mono Jojoy", "Alonso Cano" y "Raúl Reyes") en los últimos tiempos llevaron a la cúpula de la guerrilla a buscar el diálogo con el gobierno de Santos desde 2010.
Al gobierno y la guerrilla se sumaron ayer las víctimas del conflicto armado, que pidieron en Bogotá ser tenidas en cuenta en el proceso de paz. Centenares de familiares y víctimas de las FARC se reunieron en la Plaza de Bolívar, a pocos metros del palacio de gobierno, para reclamar que los acuerdos incluyan mecanismos de reparación. "Vivo se lo llevaron, vivo me lo tienen que entregar", dijo, entre sollozos, Vladimiro Bayona, padre de Alexander Bayona, supuestamente secuestrado en 2000 por un comando de las FARC en el departamento de Valle del Cauca.
A pesar de la esperanza suscitada por el inicio de un nuevo proceso de paz, lo cierto es que la violencia no ha cesado en Colombia. La guerrilla mantiene varios frentes activos, y el gobierno no baja la guardia a la hora de combatir y detener a miembros de las FARC.
Santos, que recientemente fue operado exitosamente de un cáncer de próstata, se juega su presidencia a una sola carta: el éxito del proceso y el consiguiente fin de la violencia le asegurarían un lugar destacado en la historia de Colombia. Pero, al mismo tiempo, un fracaso acabaría con su capital político y sus aspiraciones de reelección en 2014.
"Hay quienes creen que sólo con la victoria militar se logra la paz. Yo digo que en ninguna parte del mundo se ha conseguido la paz por las armas", dijo el ex presidente César Gaviria (1990-94), que fracasó en una negociación anterior con las FARC y ahora apoya las gestiones de Santos para poner fin al conflicto.
Agencias AP, AFP, EFE y Reuters
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