
El secreto tras la foto falsa de Ben Laden muerto
En una entrevista a un medio español, el editor fotográfico de la agencia AFP que descubrió el fraude, explicó cómo trabaja el sofisticado sistema que analiza con profundidad las imágenes
Después del anuncio a principio de mes que hizo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de la muerte del hombre más buscado del mundo, Osama Ben Laden, responsable intelectual de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, sólo había un último deseo irrefrenable para sosegar la venganza de los estadounidenses y para que el mundo constate la veracidad de tremenda noticia: que aparezca una foto de su cadáver.
Conocida la noticia de su muerte y el impensado descanso de sus restos mortales en el fondo del océano Indico, medida que el gobierno de EE.UU. tomó para no convertir en su lugar de sepultura en "una meca para el terrorismo", comenzaron a pasar las horas sin que aparezca la ansiada fotografía. Mientras tanto el gobierno de Obama dudaba si darla a conocer o no, para no provocar reacciones violentas en lugares tenía bases y objetivos militares.
Esa espera de pocas horas se vivieron como días o semanas. Hasta que apareció la foto. Miles de diarios digitales comenzaron a replicar la supuesta fotografía de Ben Laden muerto sin verificar si la imagen era verdadera. La necesidad de los lectores los urgía a subir lo primero que les llegó y mordieron la carnada de un programador habilidoso de photoshop.

La fotografía mostraba un hombre con barba y de aspecto rígido, como sufriendo. "Pero cualquier jefe de fotografía de una agencia de noticias o un periódico se da cuenta de que algo falla. Estamos acostumbrados a ver millones de fotos y algo queda en la memoria. Parte de esa imagen la habíamos visto antes. Sin necesidad de un análisis técnico, estaba claro que era una superchería", comentó François-Xavier Marit, Redactor-Jefe Técnico de Fotografía de la Agence France Presse (AFP) en París, al diario El Mundo, de España.
El primer indicio de desconfianza para los expertos fotógrafos de AFP fue el lugar de procedencia de la foto. La televisión paquistaní Geo dijo que la facilitó el ejército de su país. Y a la Agence France Presse llegó a través de su oficina en Hong Kong. Eso sonó a un cuento chino.
"Hicimos una búsqueda en nuestros archivos de una foto similar a través de una muestra de escáner y pronto descubrimos una imagen de Bin Laden de 1998 en la coincidían la forma de la barba y de los labios. Además, la parte de arriba de la cabeza presentaba una menor definición en la foto del 2 de mayo. Pero, para refrendar nuestra teoría, realizamos un concienzudo estudio científico de la misma", relató Marit en la entrevista al diario español.
La AFP tiene desde hace un año el programa Tugstène, inventado por el informático Roger Cozien y desarrollado por la empresa Exo Makina, que somete a cualquier foto a un cacheo virtual como si fuera la prueba del carbono 14 para las antigüedades. El costoso (decenas de miles de euros) Tugstène no se basa en isótopos para conocer la edad de muestras orgánicas, sino que propone 14 herramientas o filtros para analizar distintos aspectos de una imagen de forma ver si ha sido o no manipulada.
Luego de haber descubierto el fraude, François-Xavier Marit fue requerido para unas 70 entrevistas. En ellas, mostró cómo funciona el programa Tugstène, el mismo con el que opera el gobierno de Francia, sólo que ellos no conceden entrevistas para hablar de sus secretos de edición.