Escándalo en Los Ángeles: los ricos reciben vacunas destinadas para grupos minoritarios

El plan de California para la equidad de las vacunas se descarriló en Los Ángeles recientemente cuando los códigos de citas destinados a comunidades en su mayoría negras y latinas terminaron siendo arrebatados y difundidos entre las personas más ricas fuera de esas áreas, algunas de las cuales supuestamente consiguieron los turnos.

El programa de vacunas establecido por la administración del gobernador Gavin Newsom designó un bloque de citas en el campus de la universidad Cal State LA y el Oakland Coliseum, accesible solo a través de códigos de acceso específicos que se compartieron con grupos comunitarios y organizaciones sin fines de lucro, según Los Angeles Times.

Más de 2000 organizaciones comunitarias se han puesto en contacto con el estado para participar en el programa, dijo el portavoz de la Oficina de Servicios de Emergencia de California (OES), Brian Ferguson, a LA Times.

Pero la semana pasada, las personas más ricas en Los Ángeles comenzaron a recibir esos códigos a través de chats y mensajes grupales. Al menos tres códigos de acceso se compartieron en redes sociales exclusivas, aunque no está claro qué tan conscientes estaban las personas que los compartían de que las citas estaban destinadas a las comunidades más pobres.

Parte de la confusión fue que el propósito de los códigos o quién podía usarlos no se indicó en el sitio web MyTurn del Departamento de Salud Pública de California, y algunos de los mensajes indicaron que las personas que los compartían pensaban eran parte de un programa piloto.

De cualquier manera, los códigos se viralizaron en cuestión de minutos: una mujer de unos 40 años que no pertenecía a ninguna de las categorías prioritarias le dijo a LA Times que le habían enviado tres códigos diferentes en cuestión de días.

Ferguson le dijo a VICE News en un correo electrónico que el código se difundió después de que “una organización sin fines de lucro con la que estábamos trabajando lo compartiera con los servicios de la comunidad, y un miembro de esa comunidad lo compartió más ampliamente”. También explicó que las citas habilitadas por ese código específico fueron canceladas y se le dio un nuevo código a la organización sin fines de lucro “para usar con sus constituyentes”.

“Nuevamente, estos códigos son para uso de las comunidades afectadas, y si estos códigos son usados indebidamente por quienes no están en estos grupos, las citas se cancelarán para asegurarse de que los espacios para citas vayan a quienes más los necesitan”, agregó.

La situación de Los Ángeles muestra cómo persisten los problemas con las campañas de vacunación en el mundo. Cuando las citas estuvieron disponibles por primera vez, los funcionarios de salud de Los Ángeles permitieron por error que decenas de personas no elegibles recibieran inyecciones destinados a los trabajadores de la salud y pacientes de cuidados a largo plazo, incluidos algunos que obtuvieron acceso a suscripciones a través de correos electrónicos reenviados.

Se han reportado problemas similares en estados que van desde Maryland hasta Texas. A principios de este mes, el periódico estudiantil Tulane Hullabaloo informó que se compartió un enlace en toda la comunidad estudiantil de la universidad de Nueva Orleans para inscribirse en una clínica de salud dirigida por la institución para sus empleados, y que algunos estudiantes informaron haber recibido la primera dosis de la vacuna.

Pero los saltos de línea de esa naturaleza no son el único problema. Después de que Massachusetts expandió su elegibilidad para la vacunación contra el coronavirus la semana pasada, el sitio web de localización de citas de vacunas del estado se bloqueó durante más de dos horas, según Boston.com. En Wisconsin, el lanzamiento preliminar del sitio web de vacunación del estado programado para el lunes se retrasó hasta el 1 de marzo debido a “problemas técnicos”. En Oregon, fallas en el sitio web han impedido que las personas mayores elegibles obtengan una cita.

La mujer con la que habló el Times dijo que las personas que ella conoce “se han convencido de creer que esto son sobras, que esto es una prueba piloto, abierta a todos”.

“Nadie piensa que está haciendo algo mal”, agregó.