La "megaelección" que pretende Maduro ahuyenta a más opositores
De los dos precandidatos que quedaban en pie de la MUD, uno se bajó y el otro puso en duda su participación
CARACAS.- "Venezuela sabe que más elecciones es democracia. Yo quiero votos y decisión popular", se justificó ayer Nicolás Maduro para sustentar su propuesta de megaelecciones para el 22 de abril. De momento, su entusiasmo electoral no ha convencido a sus rivales, sino todo lo contrario: alejó definitivamente a uno de sus competidores y disparó las dudas de su principal enemigo, el exgobernador Henri Falcón
La ausencia confirmada de Henry Ramos Allup, líder de Acción Democrática (AD), y de Un Nuevo Tiempo, que decidieron sumarse a regañadientes a la mayoría abstencionista, trastocó los planes iniciales del Palacio de Miraflores, que ahora necesita a Falcón ante los ojos del mundo para que las presidenciales no se conviertan en un monólogo bolivariano.
El primero en retirarse de la carrera electoral fue el precandidato Claudio Fermín, antiguo alcalde de Caracas y que había regresado a la palestra desde la jubilación política en la que vivía. "Las circunstancias nos han sobrepasado. He considerado que perdió sentido la presentación de mi candidatura", resumió ayer el antiguo dirigente de AD, que destacó la "incurable conducta abusiva" de la revolución tras su llamado a macroelecciones.
Todas las miradas políticas se centran ahora en Falcón, líder de Avanzada Progresista, que parecía dispuesto a apartarse de la MUD para presentarse como candidato. No obstante, la última jugada del gobierno y la unidad férrea del país opositor y antichavista han aumentado sus dudas, tras reconocer que no hay tiempo ni condiciones mínimas para las megaelecciones de Maduro. "Estamos en permanente evaluación de los últimos acontecimientos para tomar una decisión que se corresponda con las expectativas de un pueblo que quiere un cambio", aireó a través de sus redes sociales. Desde su círculo político más próximo se aseguraba ayer que todavía no hay una decisión firme, mientras aumentaban las presiones desde todos lados.
Falcón necesita preinscribirse este fin de semana a través de Internet y hacerlo oficialmente la semana que viene en el Consejo Nacional Electoral (CNE). También la semana que viene la oposición, la Iglesia Católica, las universidades, el movimiento estudiantil, las academias de ciencias y humanidades, los colectivos profesionales y obreros, los movimientos sociales y las organizaciones no gubernamentales presentarán al país su propuesta de Frente Amplio Nacional para luchar por condiciones democráticas electorales.
El nuevo mazazo revolucionario ratificó a los firmantes de este gran acuerdo que su decisión fue correcta. La maniobra del chavismo supone la disolución del Parlamento, de mayoría opositora, al que todavía le restan tres años de ejercicio, en un acto nuevamente inconstitucional. La Asamblea Constituyente revolucionaria ya trabaja para imponer la orden presidencial al Consejo Nacional Electoral (CNE).
Se trata, sin duda, de la respuesta del oficialismo contra la recobrada unidad en la oposición. Expertos electorales consideran esas megaelecciones "técnicamente imposibles".
"¿Qué quiere la MUD? O es la patria o son ellos. O es la paz o es la guarimba [protestas]. O son elecciones libres o el golpe de Estado que ellos quisieran dar", insistió el primer mandatario.
La excusa manejada por el "hijo de Chávez" para su última sorpresa es "que no haya más elecciones en cuatro años" para así centrarse en la economía, una noticia que hizo palidecer a buena parte del país: Venezuela vive desde hace dos años en estado de excepción por emergencia económica, durante los cuales el PBI cayó 24% y la inflación se disparó por encima del 2600% en 2017, pese a que Maduro contó con plenos poderes que le confiere el decreto.
"Unas megaelecciones niegan la democracia, la descentralización y el principio de autonomía de las regiones y municipios. Son exactamente lo contrario a un sistema político democrático", resumió el politólogo Piero Trepiccione.
RECLAMO DE SANTOS A LA CIDH POR LA MIGRACIÓN
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, le pidió ayer a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que fije su mirada en la creciente migración de venezolanos, mientras ese organismo reclamó un "camino humanitario" para entregar ayuda a la población. Según el mandatario, su país "está haciendo frente a nuevos retos y realidades", uno de los cuales "tiene que ver con la migración de venezolanos que buscan mejores condiciones de vida". Se calcula que 600.000 venezolanos huyeron de su país para instalarse en Colombia. "Hago un llamado a la Comisión Interamericana para que, en el marco de su tarea de promover la defensa de los derechos humanos en el continente, centre sus esfuerzos en este fenómeno que se agudizó en los últimos meses", dijo Santos. El pedido fue hecho por el presidente durante la instalación del 167° período de sesiones de la CIDH, en Bogotá.
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