La prudencia del Gobierno: juega con Hillary, pero por las dudas inicia contactos con Trump

El gobierno de Mauricio Macri observa, expectante, el resultado de las elecciones que hoy consagrarán al próximo presidente de Estados Unidos. Si se votara dentro de la administración argentina, la demócrata Hillary Clinton ganaría por goleada los comicios, y de hecho es el resultado que se espera en Balcarce 50, casi sin fisuras. De todos modos, fuentes oficiales y del partido Pro no descartan del todo una victoria de Donald Trump, al tiempo que reconocen algunos contactos preliminares con dirigentes cercanos al empresario, por si el batacazo electoral se concretara.

"Es obvio que hay una mayor cercanía con Hillary, hay una sinergia de trabajo común con el Partido Demócrata que viene de esta gestión, pero no hay una preocupación especial", afirmó a LA NACION una alta fuente del gobierno de Macri. "La sintonía es muy buena, tal vez mejor con Hillary que con [Barack] Obama", destacaron cerca del Presidente.

La semana pasada, la propia canciller Susana Malcorra afirmó que "la visión de Clinton es más cercana" a la del Gobierno que la de Trump, aunque advirtió que si el republicano gana habrá que "adecuarse" y "tratar de conectarse de la mejor manera posible" con una eventual administración dirigida por el impredecible empresario.

Fuentes del Gobierno recordaron que Macri anudó un buen vínculo con Hillary y su esposo, el ex presidente Bill Clinton, a quienes el líder de Pro visitó durante la campaña que lo llevó a la presidencia.

Más allá de los gustos personales, en la Casa Rosada preocupa el tono utilizado por ambos candidatos en relación con la apertura de mercados.

"Los dos mostraron una tendencia hacia mayor nacionalismo en lo económico que puede perjudicar las relaciones con el Mercosur y América latina", evaluó un funcionario con injerencia en las relaciones exteriores.