Las familias evocan a las víctimas de la masacre
WASHINGTON (AP).- Las víctimas del ataque en el Navy Yard eran trabajadores civiles con una brillante carrera a cuestas, según la información que comenzó a surgir ayer con cuentagotas. Algunos eran profesionales retirados de la armada norteamericana, devenidos asesores o contratistas. Otros, en edad de jubilación, ya soñaban con una nueva vida.
Como Michael Arnold, de 59 años, veterano de la armada y piloto entusiasta que estaba construyendo un avión liviano en su casa, según recordó su tío, Steve Hunter. "Habría sido el primer avión de su propiedad'', dijo Hunter. "Era muy cariñoso con su madre y su mujer, y un gran padre de sus hijos. Es trágico. ¿Cómo alguien puede levantarse a la mañana y salir para el trabajo y que le pase eso? ¿Por qué las cosas malas como ésa le pasan a la gente buena?"
Arnold se retiró de la armada luego de estar destinado en Pearl Harbor. En la actualidad trabajaba en el Navy Yard, en un equipo que diseñaba buques como el Makin Island, una nave anfibia utilizada por la infantería de Marina.
Sylvia Frasier, otra de las víctimas, de 53 años, trabajaba en el Comando Naval de Sistemas Marinos como gerente de seguridad de la información, según su perfil de Linkedin. Allí también consignó estudios en la Universidad Strayer, donde se graduó en sistemas de la información. Sus tareas incluían dar orientación sobre seguridad en la red y garantizar que los sistemas informáticos de la sede central cumplieran con los requisitos de la armada y el Departamento de Defensa.
Kathleen Gaarde, de 63 años, trabajaba como analista financiera en el Navy Yard, donde la sorprendió el ataque de Aaron Alexis. "Hoy me arrebataron a mi compañera de 42 años (38 de casados)", escribió su marido, Douglass, en un correo electrónico. "Estábamos empezando a planear nuestras actividades después del retiro y ahora nada de eso cuenta. Todavía no lo terminé de asimilar, pero sé que ya la extraño enormemente."
Kenneth Proctor, de 46 años, se desempeñaba como capataz en el Navy Yard, como recordó ayer a la prensa su ex mujer, Evelyn. Ella había hablado con Kenneth la misma mañana de la masacre, justo antes de que él se fuera al trabajo. Los dos, que se conocían desde la escuela secundaria, hablaban todos los días, aun después de haberse divorciado, y compartían la custodia de sus dos hijos adolescentes.
"Él había ido allá a la mañana para desayunar. Ni siquiera trabajaba en el edificio. Para él era una rutina desayunar ahí y lamentablemente ocurrió" el tiroteo, dijo Evelyn. Su hijo mayor, Kenneth Proctor Jr., de 17 años, se enroló en el ejército y está en instrucción básica en Oklahoma.
Más leídas de El Mundo
La foto la sacó Kate. Los príncipes de Gales publicaron una nueva imagen de su hija Charlotte por su cumpleaños
Condiciones. El Gobierno recibió la hoja de ruta para que la Argentina ingrese a la OCDE
“Sustitución de gobierno". Cómo funciona el nuevo pseudo-Estado de la guerrilla que complica la búsqueda de la paz en Colombia