Los demócratas aceleran la marcha para el juicio político contra Trump
Mientras Pelosi prometió avanzar con rapidez en el proceso, citaron al secretario de Estado, Mike Pompeo; la Casa Blanca confirmó un detalle crucial de la denuncia
WASHINGTON.- Los datos se acumulan sin respiro en el escándalo ucraniano y les dieron ayer nueva munición a los demócratas, que recargaron sus armas y prometieron avanzar rápidamente en el juicio político al presidente Donald Trump, cada vez con menos margen.
Tras los detalles difundidos durante la semana sobre la presión de Trump a su par ucraniano, Volodimir Zelenski, un alto funcionario admitió que la Casa Blanca ordenó mover los archivos de la conversación a un sitio altamente confidencial del Consejo de Seguridad Nacional.
Tras esta cadena de revelaciones, los demócratas subieron la apuesta y exigieron al secretario de Estado, Mike Pompeo, muy comprometido, que comparezca ante tres comités de la Cámara baja y entregue documentación vinculada con Ucrania.
"Su negativa a cumplir con este requerimiento constituirá la prueba de una obstrucción a la investigación de la Cámara", escribieron los jefes de los comités de Relaciones Exteriores, Inteligencia y Supervisión del Ejecutivo. También programaron declaraciones desde la semana próxima con cinco funcionarios del Departamento de Estado que tendrían conocimiento de los compromisos de Trump con Ucrania.
El resumen de la llamada y el traslado de los archivos -al parecer para ocultar la evidencia- validaron los argumentos del agente de inteligencia que desató el escándalo. En un informe de nueve páginas, el denunciante reveló la presión a Zelenski y afirmó que luego, desde el gobierno, quisieron borrar las huellas.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dijo que el líder del Comité de Inteligencia, Adam Schiff, será quien encabece la investigación. "Se tomarán el tiempo que necesiten y no haremos que el calendario sea el árbitro", afirmó.
"Al tratarse de un tema de seguridad tan convincente, simplemente [Trump] no nos dio otra opción. Esto es sobre la seguridad nacional de nuestro país: el presidente de Estados Unidos es desleal al juramento de su cargo, poniendo en peligro la seguridad nacional, y poniendo en peligro la integridad de nuestras elecciones", agregó la legisladora.
Pelosi se había resistido a la creciente presión en las filas del partido para acusar a Trump e iniciar un proceso de juicio político por los diversos escándalos que acompañaron su gestión -sobre todo el Rusiagate- con el argumento de que había que enfocarse en las elecciones.
Muchos habían comenzado a exigir el impeachment luego de que el fiscal especial del Rusiagate, Robert Mueller, dijo que no podía absolver a Trump de obstrucción a la Justicia mientras se investigaba la posible complicidad con los rusos.
Pero la situación tomó un giro radical con la divulgación del informe sobre la llamada del 25 de julio pasado, en la que Trump le pide a Zelenski información perjudicial contra los Biden por las actividades de su hijo, Hunter, con negocios en ese país mientras su padre era vicepresidente.
Los demócratas ahora se sienten capaces de reunir a la mayoría que necesitan para votar una moción de juicio político en la Cámara baja, preparando el escenario para un posible juicio del presidente en el Senado, de mayoría republicana. Para avanzar se precisa una mayoría simple de 218 votos en la Cámara baja. Según un registro de The New York Times, la moción reuniría hasta el momento 224 votos positivos.
Contra las cuerdas, Trump se defendió desde su cuenta de Twitter y puso en duda la veracidad del agente que desató el escándalo. "El llamado informante no es un informante en absoluto", dijo el mandatario, que tradujo el caso en una presunta conspiración de los demócratas.
"Además, con toda la información de segunda mano que resultó ser tan inexacta puede que ni siquiera haya habido un filtrador o un espía. ¿Quién se la dio a él o a ella? ¿Un operador partidista?", agregó.
Trump exigió además la renuncia de Schiff, al que acusó de "mentirle al Congreso e intentar defraudar al público estadounidense" cuando leyó el informe del denunciante. Schiff reconoció que Trump nunca pronunció las palabras como él las mencionó ante la Cámara, pero afirmó haberlas dicho así para remarcar las intenciones del mandatario.
Trump incluso habló de una "guerra" contra los demócratas. "Estamos en guerra. Estas personas están enfermas", dijo en un video difundido por la agencia Bloomberg.
Pero cada embestida reafirmaba la determinación demócrata. "Deberíamos movernos rápido pero no apresuradamente, y nos deberíamos enfocar en la llamada a Ucrania", dijo Eric Swalwell, miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara baja.
"No necesitamos tener una audiencia que dure meses. Tenemos las propias palabras del presidente, y tenemos su conducta después del suceso", dijo sobre las críticas al denunciante y otros testigos, a los que calificó de espías y traidores.
Pero el caso desbordó los límites partidarios. Más de 300 exfuncionarios de seguridad nacional y de política exterior expresaron en una carta abierta que el escándalo representa una "profunda preocupación para la seguridad nacional".
En otro golpe para la administración republicana, a última hora de ayer renunció el enviado especial a Ucrania, el embajador Kurt Volker, uno de los funcionarios citados por la Cámara.ß
Agencias AFP, AP, ANSA y Reuters
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