Manuel Valls, un "extranjero" en la campaña contra el independentismo catalán
El ex primer ministro francés, nacido en Barcelona, se instaló en España para denunciar a los nacionalistas y respaldar a los partidos que luchan contra la secesión
MADRID.- Las rarezas de la campaña electoral en Cataluña no se agotan en el bando independentista, con un aspirante a la presidencia preso en Madrid -Oriol Junqueras- y otro exiliado en Bruselas - Carles Puigdemont-. Los partidarios de la unidad de España tienen estos días una suerte de candidato sin lista que hasta hace un año era primer ministro de Francia.
Manuel Valls, socialista de origen y actual aliado del presidente francés Emmanuel Macron, cruzó los Pirineos para reinstalarse en Barcelona, la ciudad donde nació hace 55 años. La tierra de su padre. En su doble condición de local y extranjero, recorre mítines políticos, estudios de televisión y actos empresariales para convencer a los catalanes de dos conceptos: una secesión tendría consecuencias catastróficas y nunca sería aceptada por Europa.
“Los nacionalismos siempre acaban mal. El populismo siempre lleva a lo peor. Los catalanes no deben olvidarse de eso a la hora de votar”, afirmó el lunes en un coloquio organizado en Madrid por el Círculo de Empresarios, que financia la gira de agenda completa que Valls cumplirá hasta el jueves 21, día de las elecciones.
Esa misma noche repitió la idea en otro evento con ejecutivos en Barcelona. “El destino de Cataluña es estar en España y en Europa. Las dos cosas van de la mano. Necesitamos una Europa fuerte, mejor para todos.”
Entre uno y otro acto, estuvo en programas de alta audiencia en televisión abierta, dio entrevistas a los diarios nacionales y se reunió con el candidato a presidente del socialismo, Miquel Iceta. El sábado será uno de los oradores en el cierre de campaña de Inés Arrimadas, candidata de Ciudadanos, junto con el escritor Mario Vargas Llosa. Un rato antes asistirá a un debate público organizado por la entidad antiindependentista Sociedad Civil Catalana, con el ex ministro Josep Piqué, del Partido Popular (PP). Las ventajas de no ir en ninguna boleta.
“No apoyo a ningún partido en particular. Lo que intento es aportar a que los catalanes recuperen el sentido común y puedan reconstruir la convivencia”, aclara el ex primer ministro francés. Cada vez que puede respalda la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que el gobierno de Mariano Rajoy usó para destituir a Puigdemont e intervenir las instituciones catalanas.
La atención que recibe en España devuelve a Valls algo del protagonismo perdido después de su intento frustrado de convertirse en el candidato a presidente del Partido Socialista francés, a principios de este año. El giro al liberalismo con el que soñaba desde su estancia en el poder lo encarnó finalmente Macron, al que terminó por aliarse. Ahora es diputado de la Asamblea Nacional.
Los empresarios que lo alentaron a instalarse estos días en España tienen claro el objetivo de sumarlo a la campaña: “Resulta de extraordinaria importancia que los ciudadanos españoles y especialmente los catalanes conozcan su opinión sobre el futuro de Cataluña como parte integrante de España en el futuro de la Unión Europea (...). La intención es que sus declaraciones tengan un amplio eco en los medios de comunicación, particularmente en Cataluña”, escribió Jesús Sainz, secretario del Círculo de Empresarios en un correo que envió a gerentes de multinacionales para pedir aportes económicos para financiar la gira de Valls.
Para los nacionalistas es una presencia incómoda. No se les hace fácil entrar a polemizar sobre los temas que él propone: la posibilidad de que Cataluña quede fuera de Europa, el pinchazo económico al que llevó el proceso separatista de los últimos meses y el aparente desdén sobre la amenaza terrorista en una región que acaba de sufrir un brutal atentado hace apenas cuatro meses. Además, Valls es aliado de Macron y nadie en el bando secesionista quiere enemistarse con el vecino fuerte del norte.
Aunque en privado recelan de la injerencia activa en la campaña de un político en activo de otro país, son pocos quienes lo expresan.
De hecho, la principal vocera contra Valls fue… su hermana Giovanna, que vive en Barcelona y simpatiza con los independentistas. “¡Por Dios, basta! ¡Por el abuelo Magí! No es democrático ni lo es el 155. ¿Desde cuándo se ha visto una cosa tan bestia como cesar las libertades?”, expresó en Twitter en respuesta a una declaración del ex primer ministro. Esta semana reaccionó con menos solemnidad cuando se anunció que su hermano iría al acto de Arrimadas. Escribió: “Flipo pepinos!”.
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