Problemas para Harry y Meghan Markle: un intruso se metió dos veces en su casa de California

La seguridad de la mansión donde viven el príncipe Harry y Meghan Markle en el sur de California fue vulnerada dos veces por la misma persona durante las vacaciones de Navidad.

Nickolas Brooks, de 37 años, fue atrapado por primera vez cuando ingresó ilegalmente en la propiedad de Montecito, valuada en US$14.65 millones, el 24 de diciembre, pero los oficiales de la Oficina del Sheriff de Santa Bárbara lo dejaron en libertad con una advertencia, informó el diario británico Daily Mail.

Sin embargo, dos días después, la misma persona volvió a entrar, el 26 de diciembre, y también fue arrestado, pero esta vez le abrieron cargos por “entrada ilegal”. No quedó claro si el duque y la duquesa de Sussex estaban en la casa en ese momento.

La noticia del intruso se conoce una semana después de que Harry contara sus temores por la seguridad de su familia durante la entrevista que brindó la pareja a Oprah Winfrey.

Harry reveló cómo el Palacio de Buckingham había revocado su equipo de seguridad cuando renunciaron a la realeza y se mudaron a los Estados Unidos, y que tanto él como Meghan habían firmado acuerdos con Netflix y Spotify porque necesitaban dinero para cubrir su propia seguridad.

En la entrevista, Harry se mostró molesto ya que le dijeron “con poca antelación que se iba a eliminar la seguridad” y explicó que esta noticia llegó poco antes de la pandemia de coronavirus. Según el duque, la protección policial de la pareja fue eliminada debido a su cambio de estatus.

Se estima que la pareja podría gastar en seguridad unos 5 millones de dólares anuales. El duque admitió que la mudanza fue una sorpresa para él ya que, al haber nacido en en el seno de la familia real, también “heredó el riesgo” que supone esa distinción.

Meghan también le escribió a la familia real suplicándoles que mantuvieran la seguridad de Harry en su lugar, pero como respuesta le dijeron que eso “no era posible”.

La mansión de 9 habitaciones y 16 baños que Harry y Meghan compraron con la ayuda de un crédito hipotecario de 16 millones de dólares, se ha triplicado en valor en los últimos nueve meses, de acuerdo con la estimación del agente inmobiliario Sandy Stahl.