Renunció el abogado ante la Corte Internacional de Justicia de Nicaragua y condenó la dictadura de Daniel Ortega

El abogado Paul Reichler, quien por más de veinte años mantuvo el cargo de asesor legal internacional de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia, renunció hoy a seguir representando al régimen de Daniel Ortega para respetar su “conciencia moral”, según expresó en una carta compartida por el medio local Confidencial.

Aunque su servicio a Nicaragua “ha sido el más gratificante y enriquecedor” de su vida, Reichler extendió su renuncia por los actos “inconcebibles” de la dictadura de Ortega, entre los que menciona la represión a las manifestaciones pacíficas de 2018 y la persecución a opositores “cuya libertad ha sido negada o amenazada”.

El asesor legal de Nicaragua estuvo detrás de importantes denuncias internacionales, entre otras, fue quien llevó a Estados Unidos a La Haya ante la Corte Internacional de Justicia por su financiamiento a la guerra de la contrarrevolución en los ochenta, una sentencia que culminó a favor del país centroamericano en 1986.

“No sé qué le hizo cambiar, pero usted ya no es el Daniel Ortega a quien tanto respeté, admiré, quise y serví con orgullo durante tantos años”, sentenció Reichler, quien confesó que el mandatario nicaragüense solía ser “un verdadero héroe, que con valentía, nobleza y desinterés sirvió a su país y a su pueblo, gobernando sabia y generosamente en su mejor interés y, en el proceso, cambiando a Nicaragua para bien”.

“Es inconcebible para mí que el Daniel Ortega, a quien orgullosamente serví, hubiera destruido la democracia en cuya construcción él participó decisivamente y hubiera establecido una nueva dictadura, no muy diferente a la que él mismo ayudó a derrocar, con elecciones falsas, una legislatura sumisa, un sistema judicial corrupto e incapaz de impartir justicia, y el silenciamiento de la libertad de expresión y de los medios de comunicación independientes”, declaró el asesor legal en su tajante testimonio.

Entre los hechos anti democráticos perpetuados por el régimen de Ortega que llevaron a Reichler a tomar la decisión menciona su decepción por “haber forzado al exilio a sus más ilustres ciudadanos , incluidos Sergio Ramírez, Luis Carrión, Carlos Fernando Chamorro, Edmundo Jarquín, Gioconda Belli, Mónica Baltodano, Julio López Campos y muchos otros héroes sandinistas y no sandinistas”, además de haber “asesinado a Hugo Torres y llevado sádicamente a los otros grandes patriotas, ahora encerrados en sus celdas, al borde del hambre y la muerte”.

Sobre el final de su carta, Reichler reforzó su admiración y amor por “el primer Daniel Ortega”, aunque lamentó sentir “desesperanza y dolor” por “el segundo”, a quien se negó a servirle por las exigencias de su “conciencia moral”.

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