Represalia bolivariana: Maduro expulsa a la embajadora de la UE tras las sanciones del bloque a 19 chavistas

CARACAS.– “Son bombas atómicas lo que lanzan contra Venezuela, que se defiende con dignidad y toma una decisión soberana. La Unión Europea (UE) debe aprender a respetar”, justificó este miércoles el canciller bolivariano, Jorge Arreaza, tras comunicar su expulsión a la embajadora de la UE en Caracas.

El “hijo de Chávez” redondeó su ofensiva política al entregar notas de protestas a los diplomáticos que encabezan las embajadas de Francia, Alemania, Países Bajos y España y al ordenar a su contralor que procediera a la inhabilitación durante 15 años del líder opositor Juan Guaidó y de 27 diputados de la Asamblea Nacional (AN) legítima de 2015.

Arreaza aplicó todo el boato revolucionario para amonestar a los cincos diplomáticos por las “sanciones ilegales de la UE”; incluso enfatizó su tono de regaño al declarar “persona non grata” a la portuguesa Isabel Brilhante, que dispone de 72 horas para abandonar el país. A cada uno de ellos les entregó un ejemplar de la Constitución bolivariana, tras ofrecerles una charla sobre Derecho Internacional.

Respuesta internacional

La UE lamentó “profundamente esta decisión que no hará más que aislar a Venezuela internacionalmente. Pedimos que se revierta”. El gobierno de Maduro medita el cierre de las oficina europea en Caracas, que amenazaría directamente a los programas de ayuda humanitaria que se desarrollan bajo su supervisión en medio de la pandemia y de la crisis humanitaria que sufre Venezuela. En junio del año pasado, el jefe revolucionario también ordenó la expulsión de Brilhante, pero rectificó tras amenazar Bruselas con medidas retroactivas.

La respuesta fulminante del gobierno revolucionario llega tras las sanciones europeas contra 19 funcionarios chavistas, incluidos jueces del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), militares y policías. Entre las medidas tomadas contra todos los sancionados se encuentra la prohibición de viajar al territorio europeo, así como la congelación de activos.

La reacción del régimen es proporcional a la importancia que tiene para Maduro alguno de los sancionados, desde el número dos del Ejército, el comandante Remigio Ceballos, hasta la presidenta del CNE, Indira Alfonzo, además de Miguel Domínguez, el director de la Fuerzas Especiales (FAES), los “escuadrones de exterminio” del chavismo según la ONU.

De esta forma, Maduro atiende el pedido realizado el lunes por la Asamblea Nacional (AN) surgida de las elecciones fraudulentas de diciembre, una forma de “empoderar” a un cuerpo legislativo desconocido por las democracias occidentales y la mayoría de los países de la región.

“Nos solidarizamos con la embajadora europea, quien siempre se ha demostrado a favor de los derechos humanos y la democracia en Venezuela en nombre de Europa. La soberbia del dictador lo aísla más del mundo y pretende arrastrar al país con él”, reaccionó Guaidó, que aprovechó para exigir a la UE una posición más fuerte a favor de la democracia y contra el régimen.

Inhabilitados

El nuevo choque diplomático coincide con la inhabilitación de dirigentes opositores. Y no es casualidad. Elvis Amoroso, contralor de la república y que forma parte del círculo personal del “presidente pueblo”, adujo en su dictamen que ninguno de los inhabilitados presentó la declaración jurada de patrimonio, lo que le ha servido para aplicar los nuevos castigos.

“Son estas acciones de la dictadura las que cierran la puerta a unas elecciones libres; nuestra lucha es por recuperarlas”, clamó Guaidó, que ya fue inhabilitado en 2019 a las pocas semanas de lanzar su desafío contra el régimen chavista.

Entre los inhabilitados en esta ocasión están dirigentes de mucho peso en la unidad democrática, tanto exiliados como de los que resisten junto a Guaidó en Caracas. Entre los primeros destacan el “canciller” Julio Borges, los hermanos Juan Pablo y Tomás Guanipa (vicepresidente de la AN y embajador en Colombia), Freddy Guevara (exvicepresidente parlamentario) y Carlos Paparoni, premiado esta semana por el gobierno estadounidense por su lucha contra la corrupción chavista.