Un uruguayo quiere aprovechar el efecto Bolsonaro para sacar al FA

Eufórico y con un video en modo selfie, Edgardo Novick festejó el triunfo del brasileño Jair Bolsonaro como si las elecciones presidenciales hubiesen sido en su país, Uruguay . "Se va el PT, se va el Frente Amplio [FA]", gritó el empresario de 61 años, que el año que viene será candidato a presidente y que el domingo pasado se fue a Rivera, en la frontera con Brasil, para celebrar el resultado.

A Novick, un outsider que incursionó en la política en 2015, cuando salió segundo en las elecciones para intendente en Montevideo, no le molesta que lo comparen con el ultraderechista Bolsonaro. "Lo hacen para hacerme un daño. Estoy lejos de la discriminación de Bolsonaro, si es real, contra las mujeres, homosexuales y negros, pero si dar un combate firme contra la delincuencia y el narcotráfico es ser parecido, soy parecido", dijo el empresario en diálogo telefónico con LA NACION.

De estilo frontal y muchas veces tildado de polémico, Novick contó que el objetivo de su viaje a Rivera fue para festejar "el fin de la corrupción y la inseguridad, lo mismo que pasó en la Argentina, Chile y Paraguay". Ese mensaje quiso dar en el aviso que publicó a página entera el domingo en el diario uruguayo El País. "Primero se terminaron las mentiras de los Kirchner, hoy le toca al PT en Brasil y el año que viene al Frente Amplio en Uruguay", decía.

Aunque por ahora las encuestas no le dan la razón, Novick se tiene fe. Los sondeos pronostican que la formación que creó hace dos años, el Partido de la Gente, obtendrá entre un 2% y un 7% de los votos en las elecciones presidenciales de octubre de 2019. Según una encuesta publicada ayer por Equipo Consultores, la coalición de izquierda que gobierna Uruguay, el Frente Amplio y el derechista Partido Nacional tienen el 34% y el 33% de intención de voto, respectivamente.

"Cuando fui candidato en Montevideo, los sondeos me daban el 2% y saqué el 24%. Hace un año, a Bolsonaro le daban el 7%, como a nosotros, y hoy es presidente. Tampoco lo beneficiaban las encuestas a [Mauricio] Macri. La gente está cambiando mucho y las encuestas fallan porque se quedaron con métodos viejos", explicó.

Parte de ese cambio, según Novick, es que la gente hoy no vota por la izquierda o la derecha. "La discusión es entre quién hace las cosas mal y quién hace las cosas bien. La gente quiere gobiernos de gestión".

El empresario insistió en que no viene de la política, dijo que no busca ser políticamente correcto y se definió como "una persona de trabajo". Su biografía lo ampara. Trabajó junto a su padre en una feria de frutas de los 14 a los 22 años, abandonó la facultad para dedicarse a su emprendimiento de indumentaria, construyó un shopping y un miniimperio empresarial.

¿Por qué se dedica la política? "Para devolverle al país todo lo que me dio", contestó Novick, que está casado y tiene cuatro hijos. "Lo que hice toda mi vida fue buscar a los mejores y lo mismo hago ahora", dijo y contó que firmó un acuerdo de asesoría con Rudolph Giuliani, el exalcalde de Nueva York famoso por su estrategia contra el crimen. La inseguridad, que aumentó el 66% en el último año, es la principal preocupación de los uruguayos, junto con el desempleo.

Novick afirmó que su propuesta es simple: "Que la gente tenga trabajo, seguridad y buena educación. No nos metemos con ninguna ideología", concluyó.