Aventuras y rescates en la montaña y los hielos

EL CHALTEN.- Un glaciar escarpado a 1500 metros de altura, 10 grados bajo cero y una tormenta de nieve que azota en la cara. Lo que podría ser un pequeño infierno en alta montaña es el escenario perfecto para que el joven cineasta Martín Subirá y su equipo de arriesgados actores y productores filmen Rescatistas , aquí en El Chaltén, una de las mecas del montañismo mundial.

Se trata de una serie de ficción para televisión de ocho capítulos, de 26 minutos cada uno, que retrata la historia de una brigada de rescate que funciona en los Hielos Continentales de la Patagonia. Todos los veranos cientos de turistas y escaladores llegan hasta aquí para hacer cumbre en las montañas o travesías por los hielos y, cada vez que hay un incidente, es la brigada de rescate la que acude.

La serie se filma desde hace dos meses en El Chaltén -un pueblito de montaña mágico y bello como pocos a 230 km de El Calafate- en HD y con formato de cine. Las impactantes imágenes a las que accedió LA NACION muestran escenas de alto riesgo filmadas sobre glaciares recortados sobre las escarpadas montañas.

Subirá nació en Río Gallegos, estudió en Córdoba y filmó en todas partes; sin embargo, es la Patagonia su inspiración y el escenario de sus sueños para filmar. Aonek, vocablo tehuelche con el que nombró a su productora significa "que viene del Sur". Y esta ficción promete dejar una huella en la TV argentina. "Creo que hay otra manera de hacer televisión, creo que cada vez se arriesga menos en la TV, casi no hay exteriores, todo se reduce a un living, una oficina o un bar? y tenemos un país maravilloso para usar de escenario", se entusiasma Subirá.

Hace dos meses que él, actores y el equipo de producción se instalaron en El Chaltén. En plena temporada baja, la presencia del equipo de producción revolucionó el pueblo que hoy llega a mil habitantes y un puñado de cabañas afincadas al pie de los misteriosos cerros El Chaltén y Torre. "Yo quería contar una historia que refleje la vida en la Patagonia y la encontré aquí en Chaltén, la de un grupo de gente que es capaz de arriesgar su vida por un extraño, y demuestra uno de los valores más importantes que es la solidaridad de la gente de aquí", cuenta el director.

César Vásquez, interpretado por Ivo Cutzarida, es el jefe de la brigada, un montañista de la vieja escuela, que lucha con el recuerdo de un amigo a quien no pudo rescatar. "Andamos por la montaña, necesitamos del vértigo de meternos dentro de una tormenta de nieve, en el hielo y no le hacemos asco a nada", relata después de un día de largo rodaje.

Para Cutzarida el de Rescatistas es un trabajo sin parangón en la TV argentina, "me gusta el coraje de un director que se anime a tanto, la naturaleza es nuestro escenario".

El Chaltén se fundó hace 27 años, pero desde mucho antes escaladores de todo el mundo desafiaban las agujas de granito de sus montañas. La mayoría de sus habitantes son escaladores y montañistas y crearon Comisión de Auxilio que se convoca ante cada emergencia sin ayuda estatal. "Si bien la historia no es sobre la Comisión de Auxilio, sino una ficción sobre la vida de una patrulla de montaña, ellos nos guían, nos inspiran y nos enseñan cómo son los rescates para recrear esas situaciones en la montaña", detalla Subirá.

La doctora del pueblo y escaladora, Carolina Codó, supervisó de cerca cada capítulo y los asesoró para que los rescates se ajusten a la realidad, "queremos que la gente de la montaña se identifique en esta película", afirman y para lograrlo no han escatimado esfuerzos.

Cada capítulo será una historia de rescate en la alta montaña, todas inspiradas en situaciones reales. La brigada de César se completa con un joven médico especialista en salvamento y emergentología, a quien le puso el cuerpo Gastón Ricaud. Además trabajan Damián Candusi y los locales Cecilia Clemenz, Leonardo Proverbio, Claudio Millalonco, Fernando Desmonts y Andrés Fernández (los últimos cinco, actores santacruceños).

Los camarógrafos y productores que hacen Rescatistas son también escaladores y apasionados por las montañas. Todos saben caminar con grampones sobre el hielo, escalar paredes, no tienen miedo de subir con los equipos a lugares arriesgados, se las apañan para mantener cargadas las baterías con bolsitas calientes y a lidiar con los lentes que se mojan y se empañan. Cada día caminan entre tres y cuatro horas por la montaña para llegar a las locaciones a la hora justa de luz, filman y regresan al pueblo a recuperar fuerzas para la siguiente filmación.

Habrá que esperar hasta septiembre, cuando la posproducción esté lista, para que las montañas de la Patagonia ganen la pantalla de la televisión argentina.