Han Cine: los mejores exponentes coreanos en un festival para cinéfilos y curiosos

Con la quinta edición de Han Cine, el festival de cine coreano en Buenos Aires -organizada por el Centro cultural coreano-, se confirma una cita cinéfila que este año demuestra tal vez más que nunca la variedad en géneros, estilo y temas de una de las cinematografías que más presencia tiene en los festivales del mundo, pero que además es un éxito de taquilla.

En Corea del Sur , un país de 51 millones de habitantes, el año pasado se vendieron 219 millones de entradas y, el dato que más se destaca en una industria dominada por Hollywood en el resto del mundo, más del cincuenta por ciento de los espectadores del país eligieron ver películas coreanas.

De hecho, uno de los films más destacados de la muestra, A Taxi Driver: los héroes de Gwangju, (mañana a las 17.10; miércoles 16.30), quedó primero en la taquilla coreana en 2017. Para entender el poder de convocatoria que tiene el cine coreano en su país hay que bajar hasta un lejano cuarto puesto en la lista de películas más vistas del año pasado para encontrar una producción hollywoodense.

Claro que más allá de recaudaciones y cifras de espectadores, las once películas que se presentan en el festival cubren un espectro tan amplio como la distancia que hay entre un film modesto en términos de presupuesto aunque ambicioso artísticamente como La cámara de Claire, (mañana a las 20; pasado mañana a las 16.40), una de las más recientes producciones del prolífico director Hong Sang-soo filmada en Cannes y protagonizada por Isabelle Huppert y Kim Min-hee, y una película como El fiscal, (hoy, a las 14.10; mañana a las 0.50), un frenético drama dirigido por Han Jae-rim, experimentado realizador conocido por el film de época The Face Reader, uno de los más vistos en la historia del cine de su país. En este caso, Han ambienta la trama en la Seúl de los años noventa en la que un ambicioso fiscal (Jo In-sung) descubre que hay un mundo oculto de poder e influencias en el que reina un legendario colega interpretado por una de las estrellas del cine coreano, Jung Woo-sung.

Historias de la vida real

En esta edición del festival, tres películas muy distintas entre sí coinciden por estar basadas en historias reales. Por un lado, el mencionado film A Taxi Driver: los héroes de Gwangju cuenta desde la perspectiva de un taxista -interpretado por el enorme Song Kang-ho, de la inolvidable The Host, entre muchas otras-, las protestas callejeras en Gwangju ocurridas en 1980. Contratado por un periodista alemán (Thomas Kretschmann) que está cubriendo los disturbios, el hombre se enfrentará con una realidad de su país desconocida para él. Otro drama verídico es El anarquista (hoy, a las 20; lunes a las 16.30; miércoles 22.40), que relata la lucha del anarquista Park Yeol (Lee Je-hoon) durante la época de la ocupación japonesa en Corea del Sur.

Finalmente, en Fuera de la ley (mañana a las 22.20; pasado mañana a las 14.10; lunes a las 20) se reconstruye -con mucha ayuda de la ficción-, el caso real conocido como el "incidente de Heuksapa" ocurrido en 2007 en el que la lucha entre pandillas del barrio chino de Seúl convirtió el lugar en un campo de batalla y a un detective de la policía (interpretado por Ma Dong-Seok, el carismático fortachón de Invasión Zombie) en inesperado héroe.

Terror y suspenso

Ya hace un par de años que el cine de terror coreano encontró un lugar en la cartelera local y el próximo film -llegará el 1° noviembre-, en estrenarse por estos lados, tendrá su anticipo en el festival. Se trata de Gonjiam: Hospital maldito (hoy a las 0.50; pasado mañana a las 22.40), que cuenta lo que sucede con un grupo de youtubers cuando a modo de entretenimiento ingresan en el abandonado hospital del título donde hace décadas se suicidaron 42 pacientes.

Los sobresaltos también aparecen en Diario de un asesino (hoy, a las 22.30;martes a las 20), un thriller psicológico que es también un drama familiar. En este caso, Byung-su, es un asesino en serie que siempre se dedicó a matar villanos mucho peores que él hasta que sus instintos criminales desaparecen y se transforma en un ejemplar padre de familia. El problema: pasados unos años Byung-su (Sol Kyung-gu) sufre de Alzheimer y comienza a olvidar su pasado al tiempo que nuevos asesinatos ocurren a su alrededor y el de su hija.

En el caso de Ciudad virtual (mañana a las 14.30 y lunes 22.30) se trata de un film de suspenso del subgénero que involucra crímenes en las redes y que aprovecha los videojuegos como estética y premisa argumental. Su protagonista, Kwon (Ji Chang-Wook), es un jugador excepcional de juegos en línea que es acusado de un delito que no cometió y se vale de sus contactos en el mundo virtual para desentrañar su caso en el real.

Porque no todo pueden ser asesinos, martillos, hachas batientes y el peculiar humor de Hong Sang-soo, el Han Cine también programó tres films de corte más intimista, un respiro para todo el vértigo del resto de las películas. En Nuestro mundo (miércoles, a las 20), ópera prima de la directora Yoon Ga-eun, se explora con sensibilidad el mundo de Sun, una nena de diez años introvertida y solitaria hasta que conoce a Jia, que acaba de mudarse a su barrio. Una historia de amistad atravesada por las expectativas sociales y las dolorosas dificultades del mundo infantil.

Para los afectos al drama está Junto a ti, (mañana a las 12; pasado mañana a las 20) que cuenta la historia de amor y tragedia de Woo Jin (So Ji-seob) y su esposa Soon A (Son Ye-jin). Un tierno romance que parece tener final triste cuando la mujer muere y su marido queda a cargo de su pequeño hijo. Cuando la mujer reaparezca sin recordar nada de su pasado comenzará una nueva vida para la familia.

Y de nuevas vidas también se trata en Mi pequeño bosque (pasado mañana a las 12; martes a las 16.30). La directora Yim Soon-rye se propuso contar la historia del retorno al hogar de la joven Hye-won (interpretada por la talentosa Kim Tae-ri -protagonista de La doncella de Park Chan-wook que se vio en el festival del año pasado-, una mujer que hastiada de la vida de ciudad decide regresar al pequeño pueblo en el que nació y en el que no solo se reencuentra con sus amigos de la infancia sino que también se reencuentra a sí misma.