Otra divertida aventura

"Mini espías 2: la isla de los sueños perdidos" ("Spy Kids 2: The Island of Lost Dreams", EE.UU./2002). Dirección: Robert Rodriguez. Con Antonio Banderas, Carla Gugino, Alexa Vega, Daryl Sabara, Steve Buscemi, Ricardo Montalbán y otros. Guión, fotografía y música: Robert Rodriguez. Presentada por Buena Vista International. Duración: 99 minutos. Calificación; apta para todo público.
Nuestra opinión: buena

Los pequeños espías de la primera parte de esta saga, estrenada hace casi dos años en nuestro país, retornan nuevamente a la pantalla grande obviamente más creciditos y con mayor experiencia en eso de cazar delincuentes con los métodos más extravagantes y divertidos. Esta vez Carmen y Juni, progenitores del matrimonio Cortez, habilísimo en descubrir los hechos delictivos más complicados y sombríos, están dispuestos a demostrar que, sin la ayuda paterna, ellos pueden muy bien heredar la profesión familiar.

Y con mucha astucia se imponen una misión por demás arriesgada: deben trasladarse hasta una misteriosa isla para develar cuál será el destino de una poderosa maquinaria que puede terminar con la provisión eléctrica del mundo. Allí, en medio de un alocado zoológico de extrañas criaturas y haciéndole frente a un extravagante científico, los jóvenes investigadores equipados con suficiente parafernalia de espías -desde relojes conectados con satélites hasta zapatos aéreos impulsados por cohetes- no tardan en convertirse en émulos del mismísimo James Bond.

Es mucho y, casi siempre, muy divertido y dinámico lo que les ocurre a los protagonistas de esta aventura. Para los espectadores que ya disfrutaron con la primera parte de la saga, no habrá demasiadas sorpresas en esta segunda entrega porque Robert Rodriguez de quien se recuerda, sin duda, "El mariachi", su primer largometraje, tomó totalmente las riendas de esta continuación y tanto como director, guionista, fotógrafo y músico, manejó a su antojo el suspenso, la sonrisa, la ternura y el entretenimiento que son, sin duda, las vertientes de esta segunda edición de los miniespías.

Entretenimiento total

Rodriguez conoce a fondo el ritmo sostenido que debe darle a cada uno de sus films, y no equivocó su receta en esta comedia elaborada sobre la base de los cánones establecidos en un género tan trillado como el de la comedia alocada con chicos traviesos. Pero el relato posee, además, la suficiente adrenalina como para que los jóvenes, destinatarios finales de la trama, y los mayores, que no se aburrirán en medio de tanto alegre escándalo, se identifiquen con estos héroes que, claro, llegarán a un final feliz en su deseo de imponer la más estricta justicia.

Nada falta, pues, para que "Mini espías 2: la isla de los sueños perdidos" divierta al público. Esto es, en definitiva, lo que se propuso el realizador en este viaje a la más imaginativa aventura muy bien sostenida por excelentes efectos especiales, una fotografía de primera calidad y una banda musical dispuesta a contagiar de ritmo a los espectadores.

En cuanto al elenco, tanto Antonio Banderas como Carla Gugino, en la piel de los experimentados espías y cada vez más sorprendidos padres, vuelven a teñir de humor a sus respectivos personajes, en tanto que Daryl Sabara y Alexa Vega apostaron al desenfreno total para vitalizar a ese dúo de hermanos que desconocen el peligro y, a veces, el rigor familiar.

La nostálgica figura de Ricardo Montalbán y el buen trabajo de Steve Buscemi, que aquí escapa a su reputación de complejos roles adultos y se pone a disposición de un recordable villano, son otros válidos soportes de este film cordial para presenciar en sala refrigerada con gaseosas y pock-corn en cantidad.