Iñaki Urlezaga va a Mar del Plata por la Ruta de Piazzolla
Cumplidos los cincuenta años de Libertango, el coreógrafo y exbailarín dedica su nuevo espectáculo a uno de los músicos argentinos más destacados de la historia
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LA NACIONLaura Chertkoff
Para celebrar los 50 años de la creación de Libertango, en 2024 Iñaki Urlezaga, decidió recorrer una ruta piazzolleana, que lo lleva ahora a la ciudad natal del compositor, presentando un espectáculo donde la sonoridad del bandoneón es protagonista. La cita con el público que se encuentre en Mar del Plata, será el 13 y 15 de enero, en el Teatro Tronador de la ciudad balnearia.
El disco Libertango fue editado en 1974 y además de una versión más electrónica del clásico y melancólico “Adiós Nonino”, llevaba el sufijo “tango” en los nombres de cada una de las composiciones. Pero “Libertango” como pieza independiente trascendió las fronteras del disco y viajó hacia la música cinematográfica, la electrónica, los realities de baile de otras partes del mundo. Y sobre todo se volvió el cierre cliché de demasiados shows de tango for export. Urlezaga, en cambio, en este homenaje lo descoloca, lo saca del lugar de la obviedad, para jugar con sus notas en un eterno retorno.
“Me pareció que ‘Libertango’ podía abrir y cerrar como un efecto circular. La obra no tiene un argumento –cuenta el coreógrafo que como bailarín dejó los escenarios en 2018-, entonces puede estar en el inicio y puede estar en el medio. Porque no te lleva a ningún lugar narrativo, pero sí a que te conectes pura y exclusivamente con la música que él creó. Ástor fue un compositor genial, no solo un músico. Su música te puede llevar a muchas partes.”.
Como director artístico del espectáculo, Urlezaga anuncia desde los carteles publicitarios, una fusión de tango y ballet. “Esta fusión que propongo la puedo explicar porque soy un bailarín clásico, entonces mi línea coreográfica también lo es. Y es ineludible que eso salga –reflexiona–. Siempre el primer lenguaje, cuando se vuelve propio, te permite jugar libremente con otras músicas”.
Esas otras músicas, en este caso, estarán en escena y en vivo, a cargo del Cuarteto de Buenos Aires, con Abi Casalaspro en el violín, María Belén Bellini, en el bandoneón, el contrabajista Andrés Santarsiero y Gustavo Michalik al piano. A través de ellos sonarán los grandes hits y algunas joyas menos transitadas. Pero también, Gardel y Lepera, Mariano Mores y Matos Rodríguez, entre otros.
“Yo siempre trato de buscar un equilibrio en los climas de cada espectáculo, entonces como estas rutas empiezan y terminan con Ástor, busqué a través de otros compositores atmósferas y situaciones distintas, desde algo alegre y espontáneo hasta climas con una carga existencial muy fuerte, hasta oscura, diría”.
Contando como siempre con la producción artística de su hermana, Marianela Urlezaga, el escenario tendrá en los roles protagónicos a Julieta Paul y Bautista Parada, que llegan desde su formación en ballet clásico y su vasta trayectoria en el Ballet Estable del Teatro Argentino de La Plata. El reparto se completa con Rocío Goicoa, Clara Ortiz, María Paz Orozco, Anahí Araujo, Gastón Cabrera, Lisandro Casco, Agustín Tornaquindici y Marcos Huerta. Gran parte de ellos formaron parte de proyectos anteriores del coreógrafo, como la compañía nacional Danza por la Inclusión.
Aunque se trata de un elenco que da una cuenta exacta de cinco parejas de varón y mujer, Urlezaga propone, por momentos, la ruptura del abrazo tanguero con otras formaciones. “Los números grupales tienen más que ver con el tango. Pero cuando se trata de los solos o los dúos, la interpretación se expande hacia algo más teatral. Creo que por momentos se vuelve más lírico y, por qué no, o algo también más contemporáneo, más vanguardista”, sostiene.
La marca levemente narrativa está anclada en el diseño de vestuario de Nela Giovine, realizado por Celia Cañada, porque se trata de un vestuario coral. “Están todas las mujeres unidas por un mismo color y es la protagonista quien va tiñendo a cada una de las bailarinas a lo largo de la obra”, explica Urlezaga.
“Fui eligiendo cada música a medida que sentí que lo fui conociendo a Ástor. “Libertango” es una de sus músicas más populares y Adiós Nonino hace que la gente suspire cada vez que la reconoce, cuando lo empiezan a bailar. Pero me interesaba tener la posibilidad de conocer otro repertorio que los bailarines nunca hemos bailado y me enamoré de ese perfume de neorealismo italiano que tienen algunas melodías. Hay algo cinematográfico y esa belleza rítmica y musical que siempre nos dio Ástor Piazzolla”.
Para agendar
La Ruta de Piazzolla, fusión de tango y ballet con la dirección artística de Iñaki Urlezaga. Funciones: 13 y 15 de enero, a las 20:30, en el Teatro Tronador, Santiago del Estero 1746, Mar del Plata. Entradas, desde $34.500, por Ticketek.
Por Laura Chertkoff
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