El cantante R. Kelly, acusado de abusar de tres menores, quedó libre tras pagar una fianza

El cantante estadounidense R. Kelly, acusado de haber abusado sexualmente de menores, entre 1998 y 2010, quedó ayer en libertad tras pagar una fianza de cien mil dólares. Había quedado detenido el viernes por la noche al entregarse a las autoridades después de que se anunciaran los cargos en su contra. Al salir de la cárcel de Chicago, no ofreció declaraciones a la multitud de periodistas que lo esperaban y se subió directamente a un vehículo de color negro.

Previo a su liberación, el artista de 52 años -que negó en todo momento haber cometido los delitos- había aparecido brevemente en la audiencia judicial en un tribunal de esa ciudad, vestido con el traje anaranjado característico de los presos, y se declaró no culpable ante el juez LeRoy Martin, que lleva el caso.

La fiscal del distrito, Kimberly Foxx, indicó que los diez cargos criminales que afronta el cantante se refieren en realidad a cuatro víctimas, tres de las cuales eran mujeres menores de 17 años en el momento de los hechos. También acumula denuncias en su contra por el hecho concreto de haberse casado cuando tenía 27 años de manera ilegal con la cantante Aaliyah, quien entonces solo tenía 15 años.

Pero lejos de sentirse afectado por las acusaciones en su contra, al dejar la prisión, el músico de R&B se detuvo a cenar en un local de comidas rápidas de Chicago con sus acompañantes. Vestido con un abrigo de invierno, un buzo negro y lentes de sol, firmó autógrafos a algunos fanáticos que lo reconocieron. Al volver a la camioneta, también saludó a un fan que le gritó que lo amaba. Su noche no terminó allí, continúo en un bar muy lujoso del barrio de Gold Coast.