Jerry Seinfeld viaja de regreso a sus orígenes

"Voy a probar con la actuación. Porque me resulta fácil y porque hay muchas posibilidades de tener más exposición como actor. Pero el stand up es mi identidad. Soy un comediante." Así se definía Jerry Seinfeld en 1983 en una entrevista que le había otorgado a un tal Judd Apatow antes de saber que en ese momento el ahora director, guionista y productor de Virgen a los cuarenta, Ligeramente embarazada y la serie Girls -entre muchos otros exponentes de la comedia norteamericana- tenía sólo quince años.

El intercambio entre el joven Seinfeld y el adolescente Apatow, dos apasionados del stand up, se puede leer en el libro Sick in the Head, una recopilación de más de treinta conversaciones de Apatow con sus ídolos de la comedia, tanto del pasado como del presente. La entrevista parece haber inspirado el especial Jerry Before Seinfeld, el programa producido por Netflix que ya está disponible en esa plataforma. Es que no sólo Apatow figura como uno de los productores del desembarco de Seinfeld en el gigante del streaming, sino que el espíritu de aquella vieja charla funciona como estructura del especial. Se trata de despejar las dudas: la persona que verán en el especial no es el personaje que Jerry Seinfeld interpretó en la brillante comedia que llevaba su apellido. El Jerry Seinfeld que se sube al escenario del club de comedia The Comic Strip, en Nueva York, está más cerca de aquel de 1981 cuando debutó en TV en The Tonight Show deJohnny Carson que aquel que paseaba su misantropía junto a Elaine, George y Kramer.

Casi como si fuera el episodio cero de la nueva temporada de Comedians in Cars Getting Coffee, en la que Seinfeld une su pasión por la comedia, los autos y el café entrevistando a sus colegas -se verá en 2018 en Netflix-, el especial pone en escena el origen del estilo de comedia "de observación" que lo hizo famoso, sus primeros años como artista, su particular forma de trabajo y el gran momento en el que tuvo que "salir del closet" y contarles a sus padres que lo suyo era el humor. "Mamá, papá, no sé cómo decirles esto, pero soy una persona graciosa y no quiero avergonzarme de eso", recuerda Seinfeld sobre el escenario.

Sobre la plataforma neoyorquina también vuelve a probar la efectividad de sus viejos chistes, los mismos que tenía en su arsenal en los años 80. Cuando el especial va más allá -al jardín de su casa de la infancia, a las grabaciones y sus fotos familiares-, es sólo para demostrar que la vocación del cómico y la fascinación con su profesión siguen intactas tantos años después. Lo mismo que la decisión que tomó en la adolescencia de tener una vida distinta de las aburridas existencias suburbanas de sus padres.

Si los fanáticos de Seinfeld esperan que este especial haga mención o incorpore al programa en la historia de la carrera de su protagonista conviene recordarles que el título del programa es Jerry Before Seinfeld, es decir, Jerry antes de Seinfeld: antes del éxito televisivo, de los millones, del ciclo que cambió la televisión y de la comedia sobre la nada.

Sin embargo, también hay que decir que los nostálgicos sí encontrarán en el especial la peculiar manera de ver el mundo de Seinfeld que impulsaba la comedia televisiva, su obsesión por lograr el chiste perfecto y el trabajo que exige conseguirlo, así como las reflexiones sobre la vida cotidiana tan prosaicas como graciosas.

"Estoy tratando de encontrar cosas nuevas, frescas, originales e interesantes. Quiero que mi comedia hable sobre los temas que nadie más discute. No necesariamente sobre las cosas de las que la gente no quiera hablar sino de las cosas que a los otros se les escapan. Eso es lo que me gusta contar", decía Seinfeld en 1983. Treinta y cuatro años después, lo sigue haciendo.